Según el borrador de la resolución dada a conocer por el Ministerio de Salud hace algunas semanas, con la cual se busca regular la interrupción voluntaria del embarazo —que en Colombia es legal desde el año 2006 cuando la gestación haya sido causal de violación, cuando exista grave malformación del feto que haga inviable su vida o cuando exista peligro alguno para la salud física o mental de la mujer—, y a pesar de que mucho se ha dicho del aborto en Colombia y la discusión todavía no termina, lo que muchos pacientes no conocen es que, aún, incluso cuando el feto se gesta con algún tipo de malformación específica, la cirugía fetal podría eventualmente corregir defectos dentro del útero y mejorar la probabilidad de sobrevida de los bebés.
Para la doctora Catalina María Valencia, especialista en medicina materno fetal, este procedimiento médico ha permitido corregir diferentes patologías antes del nacimiento del bebé que van desde intervenciones mínimamente invasivas sobre el feto, placenta o membranas, hasta técnicas abiertas que requieren laparotomía. Por su parte, para el doctor Mauricio Vasco Ramírez, anestesiólogo especialista en obstetricia y presidente de la Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación, la anestesia en este tipo de procedimientos ha progresado rápidamente y las técnicas pueden ir desde sedación hasta anestesia general materna y la analgesia/anestesia con o sin inmovilización en el feto.
Actualmente y según la evidencia científica existen dos patologías que han sido tratadas con mayor frecuencia en Colombia y en el mundo por medio de cirugía fetal, la cuales son espina bífida, enfermedad que se presenta en el feto cuando el tubo neural no se forma adecuadamente produciendo defectos en la médula espinal y en su columna vertebral; y la transfusión feto fetal, un síndrome propio de gemelos que comparten placenta y debido a esto se transfieren entre sí sangre, lo que produce que uno de los bebés no crezca lo suficiente y tenga muy poco líquido amniótico y el otro, por el contrario, reciba sangre en exceso lo que podría producir una falla cardiaca. Ambas patologías han sido tratadas a través de procedimientos de cirugía fetal en ciudades como Medellín, Bucaramanga, Bogotá y Barranquilla desde hace varios años, ofreciéndole a estos bebés mayores posibilidades de vivir.
Sin embargo, estas dos enfermedades no son las únicas que pueden ser tratadas por medio de cirugía fetal, el avance de la medicina ha permitido corregir otro tipo de malformaciones como la hernia diafragmática congénita, una anomalía que ocurre cuando el músculo llamado diafragma no se forma completamente lo cual impide el crecimiento y desarrollo de los pulmones; inclusive a través de cirugía fetal se ha logrado detener las obstrucciones de las salidas urinarias de los fetos, disminuyendo el tamaño de la vejiga y la presión que ésta ejerce en los riñones.
La anestesia en cirugía fetal
Para el doctor Vasco, el papel del anestesiólogo es fundamental ya que el dolor generado por la intervención puede conllevar alteraciones en el desarrollo del feto, diferentes técnicas anestésicas han permito darle un manejo a través de la analgesia/anestesia de tal manera que exista una mayor precisión en el procedimiento, además de reducirle el dolor a la madre y garantizar que durante la intervención haya buena oxigenación y el útero esté relajado “Posterior a la intervención monitoreamos y evitamos que la madre presente náuseas, vómito o escalofríos para evitar complicaciones” agregó el especialista.
Lo que deben saber las madres gestantes
Para la doctora Valencia, es importante que la decisión de quedar en embarazo sea consensuada por la madre y su pareja antes de concebirse, ya que la cita preconcepcional es el momento idóneo para que, por medio de una valoración con el ginecobstétra, se evalúen los factores de riesgo que puede tener la madre de desarrollar potencialmente alguna patología fetal. Una vez hecha esa valoración, las gestantes deben tener todas las medidas preventivas, como por ejemplo, tomar ácido fólico meses antes de quedar en embarazo, esto disminuye la probabilidad de que los fetos desarrollen algún tipo de malformación.
De igual manera, asistir a los controles prenatales desde el primer trimestre de gestación, exigiendo calidad en el programa de diagnóstico prenatal hace parte de las medidas preventivas que deben tomar las gestantes. Asimismo, alrededor de la semana 12 de gestación, el médico tratante deberá remitir a la paciente una ecografía de translucencia nucal para evaluar por primera vez la anatomía del feto y posteriormente hacia las semanas 20 y 22 de gestación una ecografía de valoración anatómica, la cual permite diagnosticar posibles malformaciones durante el embarazo.
Para el caso de embarazo de gemelos, sobre todo aquellos que comparten la placenta, la madre gestante debe practicarse cada dos semanas ecografías regulares para diagnosticar posibles complicaciones. “Diagnosticar a tiempo estas patologías nos permite actuar rápido, la mayoría de las cirugías fetales se procuran hacer máximo hasta el segundo trimestre de la gestación, porque de alguna manera su objetivo es variar la historia natural de la enfermedad” afirmó la especialista.
Sí bien es cierto que la cirugía fetal aún tiene un camino importante por recorrer en Colombia y el mundo, para tener más casos demostrados con investigación clínica y evidencia científica, también se ha convertido en una elección más, una opción adicional que podría eventualmente desviar la decisión de muchas pacientes de interrumpir su embarazo, ya sea por la existencia de algún tipo de malformación o por el impacto que esta patología pudiera desencadenar para la salud mental de la madre, convirtiéndose así en una alternativa más para preservar la vida del feto.