Es indudable que Hugo Chávez como presidente de Venezuela convirtió a ese país en una colonia cubana, en donde la dignidad nacional ha sido hollada por la camarilla comunista de la isla. También vemos cómo Nicolás Maduro es un simple títere de la monarquía Castro y que Colombia no estaría lejos de una situación similar si en este año elige a un presidente cuyos partidos o movimientos que lo apoyan hacen parte de la internacional comunista del Foro de São Paulo, como ocurre con Gustavo Petro y Sergio Fajardo, ya que la candidatura de Timochenko simplemente es un distractor de la llamada izquierda.
Se ha advertido que al elegir como presidente a uno de los candidatos antes mencionados, Colombia se volvería como Venezuela, lo cual suena un tanto generoso, porque creemos que sería peor, pues si la pandilla comunista venezolana se ha demorado 19 años para consolidar la miseria total de las masas como condición necesaria para eternizar a la dictadura marxista, siendo la patria de Bolívar riquísima en recursos, en el caso colombiano donde no hay semejante riqueza, como pasa con el petróleo del vecino, fácilmente en unos 3 años nuestro país estaría en una situación calamitosa superior a Venezuela.
El castrochavismo o marxismo-leninismo saqueó todo el presupuesto de la renta petrolera en Venezuela, lo que representaba una gigantesca fortuna, además endeudándose desaforadamente. Entonces, haciendo una analogía con Colombia, en donde nunca se han manejado semejantes recursos, subrayando también que las reservas petroleras no alcanzan sino para 7 años, sin tener propuestas serias para sustituir el hidrocarburo, lo que llevaría a importarlo, vale preguntar: ¿con cuáles recursos en un régimen del socialismo del siglo XXI en Colombia se desarrollaría el aparato productivo? Ya que vendría una desinversión en el país y la industria y la agricultura bajarían dramáticamente, lo que traería como consecuencia anular a las fuerzas productivas. Si en Venezuela ya van 5 millones, prácticamente, de refugiados en otros países, no nos imaginamos lo que ocurriría con Colombia.
Seguramente Gustavo Petro como presidente convocaría a una Asamblea Nacional Constituyente, igualita a la de Maduro (quien recibió orientación desde Cuba para ese efecto), en donde organizaciones de fachada sin ninguna representación suplantarían la voluntad popular, sin olvidar que las masas para el comunismo totalitario son simples herramientas que se utilizan para satisfacer los apetitos de la oligarquía marxista o nomenclatura, así que Colombia, bajo el gran garrote del Foro de São Paulo con un gobierno de lo que se conoce como progresista o alternativo, se convertirá en colonia de Cuba con la desgracia que ello representa.
Nicolás Maduro fue amaestrado por la tiranía de los Castro en Cuba en los años 90 del siglo pasado y, en el caso colombiano en un eventual gobierno castrochavista existen miles de militantes de la denominada izquierda que han sido adiestrados en isla, quienes junto a agentes cubanos cumplirían el papel de persecución y represión hacia el pueblo colombiano, quedando el país a merced de La Habana, como sucedía en la guerra fría con las naciones de Europa oriental que eran satélites de Moscú, con lo que se pierde la soberanía nacional al convertirse Colombia en una colonia de Cuba.
La influencia cubana en algunos países de la región convierten a la isla en un imperialismo, ya que no solo manipula al gobierno de Maduro en Venezuela, sino que de paso tiene fuerte influencia política e ideológica en Nicaragua, El Salvador, Bolivia y varias islas caribeñas, siendo Colombia a futuro su próxima colonia en la eventualidad que se elija de presidente a Petro o Fajardo, porque hay que reiterar que Progresistas, el Partido Comunista y la Unión Patriótica que respaldan a Petro son miembros del Foro de São Paulo y, el Partido Verde y el Polo que apoyan a Fajardo también hacen parte de ese engendro marxista.
Los colombianos estamos plenamente notificados para que el país no se convierta en otra Venezuela con consecuencias de pronto peores, pero además Colombia en un posible gobierno de la llamada izquierda también sería la nueva colonia cubana con todo lo que eso implicaría. Por eso no nos podemos dejar engañar con los cantos de sirena que hablan del cambio, ya que ese truco ha sido utilizado en ocasiones por los peores tiranos como sucedió con Hitler, Lenin, Stalin, Mussolini y en Latinoamérica con Hugo Chávez y Fidel Castro, porque el tan cacareado cambio que proclama especialmente el comunismo totalitario siempre conduce a una dictadura, a lo cual se agrega que si Colombia emprende ese camino de ñapa entrará en la órbita cubana como su colonia.