El poder de la indignación en Colombia

El poder de la indignación en Colombia

"Arrodillatones en Colombia se han hecho en Chiquinquirá, Tunja, Pasto, Palmira, pero sin duda la ciudad amurallada es 'heroica' en este método"

Por: Manuel Arroyo
julio 13, 2017
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El poder de la indignación en Colombia
Foto: EFE

A pocos años de entrar en una nueva década de este joven siglo, todo parece estar más confuso que en años anteriores, y contrario al pasado, cada vez somos más lejanos, más distantes dentro de nuestras comunidades —cabe aclarar, comunidades urbanas—, posiblemente no por mucho. Habría que ver la forma en la que el campo colombiano poco a poco comienza a expandirse desde el centro hacia las veredas, la maquina urbanizadora, alquitranizante devoradora de ecosistemas naturales es un hecho y va en marcha; como también lo es, que para convocar gente en esta diáspora social que son las ciudades, la indignación es el estandarte.

En Colombia la indignación es el diario vivir, gracias a las redes sociales podemos compartir más rápido la información, discutirla, y proponer. Uno de las grandes guerras en este país, (hablamos desde tiempos Gran Colombianos) es la voz, la participación en la toma de decisiones de gobierno. Paradójicamente nos indignamos al no estar de acuerdo con una decisión tomada por x gobernante, aunque somos nosotros quienes decidimos quién toma esas decisiones. O eso se supone y digo “se supone” porque en este país más del 60% de habitantes no votan, pero son ellos quienes se indignan y promueven dicho sentimiento.

Al no ser fuertes en la toma de decisiones se optó por serlo en los métodos de protesta. Es menester reconocerle al pueblo que la innovación hace parte de la protesta misma en este país, puesto que la diversidad repele la monotonía de la marcha, haciendo de esta una fiesta completa, y que marchar sea un plan bastante divertido. Está la fanfarria que acompaña la marcha (Percusiones y vientos), las diferentes arengas y sus respectivas coreografías, los cacerolazos, los juegos entre la misma marcha, además de otras actividades, hacen de la indignación un deporte.

Es justo también resaltar aquellos métodos de protesta orientales que se vienen implementando en este país, la inamovilidad, el control de la mente por encima de cualquier otra cosa, cual monje budista protestando a las puertas del Tíbet, aunque sin fuego en su cuerpo, no deja de llamar la atención. Puesto que esa protesta se pensaba estaba obsoleta, ya que no enviaba un mensaje claro, o no se hacía sentir; fuese uno, los dos, u otros los motivos por los que este tipo de protesta no es vista en las calles colombianas. Es errado, ya que en Cartagena fue demostrada su gran efectividad (o eso creemos).

Hablo del arrodillatón en Cartagena que se realizó que puso fin al congreso de negocios “Latin America Adult Business Expo”. ¿Ya sabes de que hablamos?, ¿no? Bien. Primero, debemos aclarar que el arrodillatón en cuanto a protestas en Colombia es tradición (juego de palabras, ya verás). La palabra arrodillatón es un neologismo entre las palabras arrodillar, que sabemos es hincarse en sus rodillas, ton que es lo que se le agrega a cualquier acción que se quiere realizar en masa durante un largo lapso de tiempo.

Arrodillatones en Colombia (que estén en internet) se han hecho en Chiquinquirá, Tunja, Pasto, Palmira, pero sin duda la ciudad amurallada es “heroica” en este método, puesto que es ahí donde este nuevo tipo de protesta se hace famosa a nivel nacional e incluso internacional. Esta épica historia inicia cuando el juez décimo primero de Cartagena prohíbe la oración y (atención a esto) los abrazos,  antes de iniciar las actividades diarias en cualquier institución pública de la ciudad, argumentando que abrazarse con el que está al lado es incómodo en ocasiones, y que la oración es anticonstitucional ya que atenta contra la libertad de culto.

Iglesias católicas, cristianas, y familias citaron a plaza de aduanas, al pueblo cartagenero para luchar de una manera espiritual contra las decisiones de este juez (que nadie eligió, va a quitar la oración y el abrazo “los costeños somos muy abrazables” declaración dada al periódico Universal). Fue así como esta forma de protesta tomo fuerza en Cartagena, instituciones religiosas convocaron gente para arrodillarse enfrente del consejo en contra de la medida, acción no muy fructífera pero que sin duda dejo un precedente.

El 11 de julio, en Cartagena, se canceló después de un día de arduo trabajo la exposición de la industria pornográfica latinoamericana en la que participarían varias actrices del genero XXX y por supuesto estaría allí nuestra Esperanza Gómez, quien dice que la conferencia solo trata de negocios; sin embargo para los cartageneros esta representa la reafirmación de la amurallada como destino de “Turismo Sexual”, imagen con la que la ciudad ha lidiado durante mucho tiempo.

La arrodillatón en contra de esta conferencia fue el 19 de mayo y logró aplazarla hasta julio. Ayer fue diferente. La policía cercó el centro de eventos, prohibiendo la entrada a las personas inscritas por orden del alcalde de la heroica y el gobernador de Bolívar, mientras en simultanea dice el Universal, el pastor cristiano Esteban Acosta afirmaba "Si la alcaldía local no toma el control de esto vamos hacer la manifestación. Esperemos que esto llegue a buen fin, pero no podemos aceptar este congreso de pornografía en la ciudad. Nos afecta y atenta contra la moral de nuestro hijos y de la juventud" y “la banda de Jesús” (la barra brava de Jesús (por los trapos)) arengaba: “"No queremos turismo sexual en nuestra ciudad. No queremos turismo sexual en nuestra ciudad”.

Entre rezos arengas silencio y bulla los cartageneros volvieron a triunfar, igual que la vez anterior. El juez nunca prohibió abrazarse u orar, solo dio libertad de no hacerlo. Esta exposición no traía prostitución sino entretenimiento virtual para adultos, aunque igual terminó siendo cancelada de manera burocrática, pues según el secretario del interior de la amurallada, a esta exposición le faltaban algunos papeles requeridos.

La indignación como arma de desinformación, y dominación, marcha y la protesta por deporte.

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