Xiomara Castro será investida el jueves como la primera mujer presidenta de Honduras tras ser elegida en las urnas el pasado noviembre. Castro comenzará una legislatura de cuatro años en la que deberá dejar atrás la crisis política del país y cumplir las promesa de abordar los problemas de pobreza, corrupción y crimen organizado. La vicepresidenta de EE. UU. Kamala Harris se reunirá con Castro tras la investidura para hablar de migración.
Un hecho inédito en los 40 años de democracia en Honduras. Xiomara Castro se convertirá en la primera mujer presidenta del país centroamericano. Lo hará además dejando otro hecho sin precedentes: la suya será la primera coalición de Gobierno sin miembros de los partidos Liberal y Nacional, los dos ejes del bipartidismo histórico en el país.
El pasado noviembre Xiomara Castro triunfó en las elecciones presidenciales liderando al Partido Libertad y Refundación, un partido de izquierdas creado en 2011 tras el golpe de Estado sufrido en 2009 por el presidente Gabriel Zelaya, esposo de la nueva presidenta hondureña.
Segunda en las elecciones de 2013, en 2021 volvió a ganar las primarias de su partido, previo paso a su triunfo electoral con más del 50 % de los votos.
Esta ruptura del bipartidismo también supone el fin de la llamada "dictadura", según la oposición, de el presidente saliente. En 2017, Juan Orlando Hernández fue reelegido presidente desacatando la constitución del país que impide la reelección. Según la oposición, lo hizo además de manera fraudulenta.
Grandes retos ante grandes expectativas
En campaña electoral y en su “Plan de Gobierno para Refundar Honduras”, Castro prometió dar un vuelco a las políticas gubernamentales en el país y luchar contra la corrupción, el narcotráfico, la pobreza, el desempleo, la criminalidad y mejorar los deficientes sistemas de salud y educación.
Promesas, todas ellas, que implican grandes retos para la nueva presidenta, comenzando por la impregnación del narcotráfico en las instituciones del Estado. El hermano de su antecesor en el cargo cumple condena por narcotráfico en Estados Unidos y el nombre del propio expresidente Juan Orlando Hernández aparece en varias investigaciones por nexos con el narcotráfico.
Según una investigación iniciada por fiscales de Nueva York en febrero del año pasado, en 2013 el expresidente habría “aceptado millones de dólares en ganancias del narcotráfico y, a cambio, prometió a los narcotraficantes protección de los fiscales, las fuerzas del orden y (posteriormente) la extradición a los Estados Unidos”. Hasta ahora no ha sido formalmente acusado de ningún cargo.
El desafío más apremiante para la nueva presidenta es probablemente la reducción de la pobreza en el país, que diversas fuentes sitúan por encima del 70 % en un país con 9,5 millones de habitantes. La cifra ascendió en 2020 tras el devastador paso de los huracanes Eta e Iota por el país.
A todo esto se le suma una deuda externa que supera los 11.000 millones de dólares; la corrupción, que sitúa a Honduras con 23 puntos sobre 100 en transparencia según el último informe de Amnistía Internacional y el azote del crimen organizado y la violencia, que dejó a Honduras con una tasa de 40 homicidios por cada 1.000 habitantes, según el Observatorio Nacional de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
Kamala Harris asistirá a la investidura para hablar de migración
Todos estos problemas provocan en numerosas ocasiones la necesidad de migrar a muchos hondureños. Honduras fue el país de Centroamérica del que más personas salieron en busca de una vida mejor en 2021, según el Observatorio de Migraciones Internacionales hondureño, que registra más de una decena de caravanas migrantes entre 2018 y 2021.
La mayoría de ellos llegan a Estados Unidos a través de su frontera sur. Para abordar la crisis migratoria en la región, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, asistirá a la toma de posesión de Castro, tras lo que hay planeada una reunión entre ambas políticas.
Fuentes gubernamentales estadounidenses afirmaron que el objetivo de la visita es "profundizar la relación bilateral" con Honduras y "atender las causas de raíz de la migración en Centroamérica".
Quien no acudirá a la investidura es Nayib Bukele, presidente del vecino El Salvador alegando “diversas razones” sin dar más explicaciones. Estarán presentes, sin embargo, figuras como el vicepresidente de Cuba, Salvador Valdés Mesa, el rey de España, Felipe VI, y la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, una de las primeras mandatarias en felicitarla por su victoria.
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