Lorenzo Lamas fue el símbolo sexual de los años 90 para las jóvenes de aquella época y la envidia de los hombres que soñaban ser como el Renegado, el papel que lo catapultó a la fama: acuerpado, guapo, mechudo, exitoso con las mujeres y con una Harley Davidson.
La serie norteamericana que contaba la historia de un policía llamado Reno Reins acusado del homicidio de su esposa que terminó convertido en cazarecompensas, duró cinco años: de 1.992 hasta 1.997. Durante esos años Lorenzo Lamas, hijo del también actor argentino Fernando Lamas, hizo fama y mucho dinero. Hoy en día, después de haber pasado por varias desgracias personales, no tiene ninguna de las dos.
En 2.014 Lorenzo Lamas se declaró en quiebra después de haber pasado por cinco matrimonios. Para aquella época tenía una deuda de 300 mil dólares y solo le tenía 500 dólares en la cuenta. Según él lo confesó, la costosa manutención de sus seis hijos, le quitó todo su dinero.
Pero no solo fue eso, también sus continuos gastos médicos por accidentes en motocicletas, las compras de autos y motos para colección y el despilfarro de dinero en fiestas, trago, drogas le pasaron factura.
Ninguno de los matrimonios de Lorenzo Lamas le resultó bien. En 1981 se casó por primera vez con la modelo Victoria Hilbert. Solo duraron dos años. Su segunda esposa fue Michele Smith; con ella tuvo dos hijos. Cuando se separaron Smith lo acusó de violencia y acoso.
La tercera en la lista fue su compañera de set en El Renegado, Kathleen Kinmont, con quien se separó en 1.993. Tres años después se casó con su cuarta esposa, la exmodelo de Playboy Shauna Sand, con quien tuvo tres hijas. Se divorciaron nueve años después en medio de escándalos. Shauma terminó acostándose con su hijastro Joshua Lamas el hijo mayor de Lorenzo.
Hoy en día, a sus 63 años, aunque de vez en cuando ha hecho pequeños papeles, Lorenzo Lamas no es actor ni famoso ni mucho menos multimillonario. Había sacado licencia de piloto muchos años atrás cuando tenía el dinero suficiente para gastar en aviones. En 2.017 consiguió trabajo como piloto comercial de helicópteros. Atrás quedaron los buenos años de lujos y derroche.