Uno de los días más felices en la vida de La Zunga va a ser su grado de Licenciatura en Ciencias Sociales. Es un hecho histórico, pues es la primera persona de su familia en pasar del colegio. Su mundo cambió, se le abrieron oportunidades y miradas que en su natal Curillo le habrían costado la vida, y que ahora en Florencia "solo me han costado amenazas". Es sarcástica, aguda y habla en voz baja; lecciones de su lucha personal.
Le gusta que la miren, camina con orgullo, con la frente en alto, pero siempre tiene el miedo en la piel, el miedo de la violencia política y de la homofobia. Cuando está en confianza le encantan los chistes picantes, de doble sentido, y de vez en cuando se le salen con los desconocidos. A la señora de Cream Helado le respondió, "amiga, a esta hora no me gusta chupar".
Su humor, que muchos tacharían de escandaloso, es una herramienta más para que se normalicen todas las propuestas sexuales alternas. El escenario de la entrevista, frente a la iglesia, lo escogió ella. Ella se autodenomina disidente sexual.