Tras atacar al Perdón Social, Duque anunció que *democratizar* el crédito sería la panacea para un país sin paz financiera, donde la deuda nunca muere porque debemos endeudarnos para pagar deudas.
Esa estafa permitiría aparentar riqueza ocultando la pobreza; tal como sucede con las opulentas vigencias futuras, anticipa algo que no ha cultivado y, debido a la corrupción o restricción VUCA, probablemente nunca cosechemos. Bastardo de la Austeridad Inteligente, apuesta por absurdos trucos financieros, como el valor del dinero en el tiempo o el costo promedio del capital, según el cual la “Deuda 0” es irracional.
Mientras que los países más progresistas prácticamente no tienen deudas, en Estados Unidos desbordaron a la Fed y el PIB, tras haberlas saldado en 1835. Respecto a los países pobres o mediocres, los buitres multilaterales no evolucionan hacia el perdón financiero, y acaso reestructuran, pero no condonan.
En consecuencia, persisten las crisis sistémicas: estancamiento, inflación, deuda o inequidad. Además, el subempleo y la pérdida de capacidad adquisitiva siguen sirviendo de anzuelo, pues, a priori, los intereses valen más que los activos, y, a posteriori, el costo de oportunidad implica vender para saldar o hipotecar para reinvertir.
Aquí, Duque resucitó su ominosa Misión del Mercado de Capitales prometiendo “Financiamiento para Todos”. Sin embargo, no corrige las fallas del mercado; llama a su trampa de la deuda *inclusión*, pues elimina algunas barreras de entrada al sistema, pero ninguna de salida, por lo que seguirá secuestrando o empeñando colombianos durante 11 generaciones (OECD, 2022).
Por *socializar* las pérdidas y los rescates del sector financiero quedamos en bancarrota, no disponemos de suficiente flujo de caja para satisfacer necesidades básicas o requerimos permanente Acompañamiento a Deudores. Causa raíz, hay cartelización y ninguna entidad revolucionará las condiciones reduciendo los intereses; incluso el microcrédito es usurero, y los subsidios a las tasas afianzaron la *reduflación*.
También preocupa la eventual vulnerabilidad del FNG, pues absorbió la carga pandémica porque los recursos del BanRepública siempre han sido ociosos, o dedicados a patrocinar bancos sin responsabilidad social.
Entonces, en los sectores que determinan el bienestar, regulen los precios y las rentas, y suban los impuestos a las empresas que usufructuaron transferencias estatales, siguiendo la recomendación del FMI.
Como complemento, para quienes no tienen propiedad, desarrollen fondos rotatorios donde sólo deban honrar la deuda principal, sin arruinarse pagando intereses. Y fomenten el emprendimiento aplicando la tasa con la que el BanRepública subsidia a los bancos, o aquellas con las que esas entidades benefician a sus funcionarios.
Sobregiros - Agrosavia y el empresariado están en mora de sacar a Colombia del inaceptable rezago en el Índice de Seguridad Alimentaria, GFSI. Sin capital humano y social, según Naciones Unidas, más de la mitad de los embarazos son no deseados: los demás carecen de recursos para comprar una vida digna, siendo necesario establecer controles demográficos para garantizar la financiación de los derechos fundamentales. Colmo de males, Fico no sabe de regalías, pero “plata es plata”: ¿así venga del *narcotrá-fico*?