En julio del año pasado Darío Echeverri logró mantenerse como alcalde de Barrancabermeja luego del proceso revocatorio en su contra. Para sacarlo de la alcaldía se necesitaban al menos 44.000 votos, sin embargo, solo tuvo 16.000 en su contra. Con el resultado Echeverri ganó legitimidad como alcalde. Pero La W Radio reveló estos audios que se convirtieron en la prueba clave para capturarlo por constreñimiento al elector, corrupción al sufragante y obstrucción del proceso democrático.
Prohibición de parrillero en moto para el día de las votaciones:
Con plata, llantas de motos, contratos, sancochos y la prohibición del parrillero hombre en zonas donde la moto es el principal medio de transporte, Echeverri y su esposa, Maryluz Núñez, lograron disuadir a la gente para que saliera a votar en contra del alcalde. Según la Fiscalía, estos ofrecimientos están probados en cientos de llamadas telefónicas que fueron interceptadas por la Policía judicial. Además, una de las conversaciones grabadas sugiere que Echeverri habría utilizado formas de intimidación. Le pidió a Carlos Moreno, un desmovilizado paramilitar, que “consiguiera 20 o 30 personas tropeleras” como él para que se hicieran en las entradas de los puestos de votación.
Conversación de Darío Echeverri y Carlos Moreno:
Darío Echeverri, protegido de Horacio Serpa, recibió la ayuda del senador liberal y exgobernador de Santander. La revocatoria fue suspendida durante unas horas gracias una tutela interpuesta por Bibiana Díaz, nuera de Echeverri, quien aseguró que en el Consejo de Estado y el Consejo Nacional Electoral había dos denuncias sobre un posible fraude en la financiación de la campaña promotora de la revocatoria. Serpa habría ayudado a impulsar esa tutela y en uno de los audios aparece él hablando con Echeverri y confirmándole la reunión con “el hombre del desayuno”, quien para la Fiscalía es un magistrado del CNE, y diciéndole que el fallo de la tutela saldría a su favor. Efectivamente, dos horas más tarde el CNE confirmó el fallo que suspendía la revocatoria temporalmente.
Darío Echeverri y Horacio Serpa hablando sobre "el hombre del desayuno":