No deja de ser un lamento para todos los colombianos que a nuestros policías los estén asesinando en el territorio nacional, bajo el reseñado “Plan Pistola” y por cuenta de las estructuras criminales de narcotraficantes y guerrilleros: El Clan del Golfo, el Ejército de Liberación Nacional ELN, las Autodefensas gaitanistas, Los Pelusas. Van a la fecha, de acuerdo a las informaciones de canales privados de televisión, no menos de diez asesinados y 14 heridos.
Peligrosa la profesión, sí. Vidas que se pierden en Colombia, en una profesión con padres estatales (Presidencia de la República, Vicepresidencia, Ministerio de Defensa Nacional y Dirección General de la Policía Nacional de Colombia, General Jorge Hernán Nieto Rojas), pero HUÉRFANA. Padres de momento, sin dolor honesto. Para ellos, una muerte más. Un traslado del cuerpo sin vida a la población, al municipio, a la ciudad, para que sea recibido por quienes si son verdaderos padres. Una bandera acompañando. En el “mejor” de los casos, una ceremonia especial para menguar en alguna medida humana el perpetuo dolor de quienes lo procrearon, como niño lo vieron crecer y hacerse adulto para recorrer la profesión policial. Una profesión peligrosa, sin muchos dolientes en nuestra patria. La profesión del policía colombiano, es compleja y peligrosa como anotamos, pero también, desvalorizada y enconada en la pobreza, en muchos casos.
No hay una posición de gobierno definida frente a dichos hechos, ya que las manifestaciones desatinadas del general Jorge Hernando Nieto Rojas, así lo revelan. Ha dicho como públicamente se ha conocido: “…Aquí hemos visto casos donde se les dice, se les llama y se les pide 'no salgan'. Y salen. Se les dice 'no anden solos'. Y lo hacen…Cambien la rutina y tengan capacidad de reacción. Es lo mínimo que deben hacer. No vamos a escondernos, por el contrario debemos ser contundentes, pero tomando todas las medidas”.- Salir a regañar como lo hizo el general Nieto Rojas, es la salida de paso, que no ofrece realmente ninguna protección, mucho menos, ninguna estrategia válida para evitar la muerte de más policías. Esconde a través de su regaño, su responsabilidad como Director General y evita los pronunciamientos que deben darse conjuntamente por el Presidente Juan Manuel Santos Calderón, desde su condición de Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, su Vicepresidente Oscar Adolfo Naranjo Trujillo, encargado de la seguridad ciudadana y la lucha contra las drogas y el crimen organizado, el Ministro de Defensa Nacional, y su equipo negociador para los diálogos con el ELN, encabezado por el doctor Juan Camilo Restrepo.
Parece olvidar el general Nieto Rojas que han asesinado policías con francotiradores y que la modalidad del Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes no contempla de manera alguna, la individualidad del profesional de policía en la prestación del servicio que por su complejidad, siempre es acompañado de un número plural. Desajustado su regaño.
No creemos que los fallecimientos de los servidores públicos, mediante ataques del “plan pistola”, artefactos explosivos, ráfagas de fusil y granada, en lo que es un plan terrorista orquestado por el ELN, el Clan del Golfo, Los Pelusas y de seguro la disidencia de la FARC, haya sido la responsabilidad de nuestros policías por no atender las palabras de su Director General : "…Aquí hemos visto casos donde se les dice, se les llama y se les pide 'no salgan'. Y salen. Se les dice 'no anden solos'. Y lo hacen…”.-
Las recientes muertes no nos pueden llevar a nada diferente que demandar de nuestros policías medidas de autoprotección, de no dar “papaya”, ya que es una labor en que el riesgo es permanente, ya que se tiene muchos enemigos. Los enemigos del Estado, son enemigos gratuitos del policía, del militar, ya que representa al Estado mismo. La guerrilla colombiano, bandas criminales, delincuencia común, organizada, narcotráfico, etcétera, son enemigos de la Fuerza Pública.
Al gobierno nacional se le exige una posición a través de decisiones que no se hagan endebles para no estar viviendo un día a día, donde de uno a uno asesinan a nuestros policías. Se adopten acciones de prevención y protección, donde las medidas más allá de órdenes, donde la formación en autoprotección y donde los estudios de inteligencia y contrainteligencia verdaderamente puedan contrarrestar la ocurrencia de estos hechos.
Los regaños del general Jorge Hernando Nieto Rojas deben transformarse en una planificación de medidas de seguridad y una prudente reacción policial, ya que se hacen estériles en la complejidad del servicio policial. El general Oscar Adolfo Naranjo Trujillo, Vicepresidente de la República, se le pide un llamado a acompañar a su compañero de uniforme, como también a los policías colombianos y desde su torrente intelectualidad policial.