Cuando la cadena RCN lo divulgó, llovieron rayos y centellas del Júpiter tonante. Señal de que la piedra fue directa al ojo de Filipo. Y el silencio posterior de los medios de la mermelada, los que reciben pauta sin misericordia y la pagan callando, callando, confirma que todo era verdad. Una verdad de esas que se escapan sin querer y que es preciso tapar, cueste lo que costare.
RCN divulgó, muy a grandes rasgos y quedando para más adelante cantidades de detalles, el plan Flórez, que lo llamaremos así en honor del General que está en La Habana traicionando a su Patria y a su Ejército. La Casa de Nariño replicó de inmediato, no diciendo que lo divulgado fuera mentira, sino jurando que eso, el Plan, no se había llevado a la mesa. Lo que es muy otra cosa. Que algo no se haya llevado a la mesa no quiere decir que no exista. Y tampoco que no le toque mesa un poco más adelante.
Pero vamos con lo que el Plan contiene, pues que imaginamos la impaciencia del lector.
Las conversaciones en La Habana terminan, como que todo, hasta estas conversaciones, tienen que terminar, y su contenido queda pendiente de que el pueblo lo confirme. No dice Flórez, porque no es asunto suyo, ni que conozca por el forro, cómo será aquello de la confirmación. Eso por ahora es asunto de otra mesa, porque en La Habana charlan en muchas diferentes, como vamos viendo. Si será por Asamblea Constituyente, si será por referendo detallado, o por referendo más facultades para Juanpa, o por referendo en que solo se pregunte si se quiere la paz o la guerra, y si es la paz, si se quiere que el Presidente la organice, la diseñe, la lleve a término. Eso no importa. Porque no es el Plan Flórez.
El susodicho plan comprende el tiempo, que puede ser de meses o de años, y estamos seguros de lo segundo, transcurrido entre la firma de los papeles de La Habana, que incluirá lágrimas de alegría, himnos —el nuestro y el de las Farc—, declaraciones, televisión, comentarios, es decir, circo completo, y la aprobación del pueblo. El Plan Flórez es el del “mientras tanto”.
Pues mientras tanto las Farc se concentrarán en 20 lugares de país, sin perjuicio de que también se les de reposo en zonas cocaleras, otras distintas, y en lugares apartados, en los que sin mención expresa se sabe que mandarán a sus anchas.
En estos 20 Caguanes las Farc llevarán sus armas en la mano, con lo que acabamos por descubrir para qué el sonsonete de la dejación de las armas Pues es para tenerlas en sus 20 repúblicas independientes, sin dispararlas, o por lo menos sin dispararlas siempre. Ya sabemos cómo son estos ceses unilaterales y mejor lo saben las madres y las mujeres de los asesinados en Buenos Aires, Cauca, en pleno “cese”.
En estas 20 concentraciones habrá de todo. Sin duda, pago puntual de los salarios a los bandidos que allá se encuentren, y en lo que las Farc han insistido tanto. Salario congruo para la “tropa”, inmensa a la voz de pago y los miles de millones de dólares guardados para la cúpula. Alguno que otro movimiento para transportar droga, pues que no se vale si los 20 santuarios no quedan en zona de rutas, de siembras, de laboratorios. ¿Y si no, cómo se van a distraer los concentrados? Y por supuesto, unos cuantos encuentros con la sociedad civil, para amenizar el espectáculo.
Insistimos en que no se sabe el término de este emocionante reality. Como nunca antes, cada jefe guerrillero apacentará en calma su rebaño, y estará dotado de Internet, Facebook y otras maravillas. Televisión a color, para no perder partido de fútbol, acopio suficiente de finos licores, porque los ordinarios producen agrieras en los distinguidos habaneros. E insistimos, las emocionantes conferencias y arengas de los mamertos amigos, los de la llamada sociedad civil, para mantener encendida la hoguera revolucionaria.
Y “mientras tanto” discutiremos lo que deba hacerse con el Ejército, al tiempo que los nuevos revolucionarios emergentes, que se multiplicarán al infinito, hacen lo que les venga en gana con el país que no quede caguanizado. Bomberos no se pisan manguera Y analizaremos la nueva política antidrogas, mientras sacamos juiciosos la cocaína que se vaya produciendo. Y veremos en lo que pare el Congreso, y lo que se haga con la Justicia y con otras instituciones sobrantes.
El Plan Flórez está en marcha. Algo de lo que aquí se dice no es original de Flórez y de sus contertulios, Joaquín Gómez, Romaña, Catatumbo y Lozada. Pero lo que descubrió RCN tiene desarrollos obvios y coincidentes con el plan original. Que así lo desarrollarán señores, para que se relajen y lo gocen.