La última fecha de la Liga Betplay depertó muchas emociones entre los hinchas del fútbol colombiano. La definición de los ocho clasificados y el descenso principalmente despertó las emociones a favor y en contra de polémicos y odiados personajes del fútbol colombiano.
Uno de ellos fue Eduardo Pimentel, que con el descenso de su Boyacá Chicó volvió a ser tendencia por el odio que se ha ganado por parte de la gente. El polémico presidente uribista busca pelea con todo aquel que no comparte sus pensamientos. Además, es muy activo en redes sociales, donde admira profundamente al expresidente Álvaro Uribe y no duda en responder con insultos al que sea. Si la gente se alegra del descenso del Chicó no es por odio al equipo, es hacia Pimentel.
Otro personaje odiado de la actualidad es Teo Gutierrez. El delantero del Junior siempre ha tenido un carácter explosivo dentro de las canchas, que se ha traducido en expulsiones infantiles. Sus grandes capacidades futbolísticas son opacadas por sus problemas disciplinarios y declaraciones polémicas en la cancha. Los constantes problemas que ocasione lo han llevado a generar disgustos hasta por los mismos hinchas de los equipos donde juega.
La incursión de Stefan Medina en la Selección Colombia le hicieron ganarse el odio del pueblo colombiano. Cuando era figura de Atlético Nacional debutó contra Uruguay y Chile, dejando actuaciones para el recuerdo pero por su mal rendimiento (especialmente contra Chile). Desde ahí (2013) estuvo varios años sin volver a la selección pese a ser figura en el fútbol mexicano. Hoy en día ya no es resistido por los colombianos que incluso lo piden como titular fijo.
Otros dos recordados de forma no grata son Barrabás Gomez y Víctor Hugo Aristizábal. El primero fue blanco de críticas y decían que estaba en la selección por "rosca", por ser el hermano del Bolillo Gómez, asistente de Maturana en los 90. El punto crítico llegó cuando en pleno mundial de 1994 amenazaron a Maturana de muerte si Barrabás jugaba contra Estados Unidos.
Finalmente, Aristizábal fue odiado porque siempre se consideró que estaba en la selección por la rosca paisa. Sus goles en Nacional le hicieron merecedor del odio desde más regiones del país hacia él, y su fracaso en Europa fue celebrado por buena parte del país. Aún así, terminó su carrera con más de 300 goles como profesional.
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