Pieri Avendaño es lo opuesto a su esposo. La mujer mantiene alejada su vida privada del la luz pública y la prensa, prefiere un perfil bajo y rara vez concede una entrevista. Poco asiste a los estadios que -antes de pandemia- no le cabía ni una persona más gracias a los fieles seguidores de Silvestre Dangond. Además de ser bella, Pieri es tranquila, carismática, reservada pero sobretodo incondicional con el ídolo vallenato. Se conocieron durante la juventud, Pieri se enamoró del humilde urimitero con kilos de más que soñaba con ser un gran cantante algún día. Nunca lo abandonó y acompañó sus pasos, poco le importó que no hubiera dinero o que Silvestre trabajara hasta altas horas de la noche y llegará en la madrugada a la casa después de cantar en los toques. Pieri fue madre y padre a la vez con la crianza de sus dos hijos: Luis José, Silvestre José.
Cuando Silvestre saltó a la fama en la década del 2000 con su sencillo La Colegiala, Piere acolitó el nuevo estilo de vida desenfrenado de Silvestre que pasó de ser un esposo comprometido a un fiestero empedernido que no desaprovechaba oportunidad para sumergirse en los excesos. Bebía alcohol sin control de jueves a domingo e inclusive se rumoraba que estaba consumiendo drogas y hasta se habló de posibles infidelidades del artista a su esposa. Todo tiene un límite y Pieri se cansó del comportamiento de Silvestre, de los chismes de pasillo, titulares de prensa y tomó la dura decisión de separarse por primera vez del cantante, la relación se había convertido en un martirio para su familia pero especialmente para sus hijos.
La pareja se separó en una ocasión por el estilo de vida del artista
Aunque nunca se habían casado por la iglesia, Silvestre supo convencer a Pieri para que volviera con él y le perdonara sus pecados. Incapaz de huirle a quien había sido el amor de su vida, lo aceptó de nuevo en sus vidas. En el 2011, se casaron por lo alto en Cartagena en la Iglesia Santo Toribio. Dieron el sí, fue un boda de ensueño, estuvo presente el maestro Jorge Oñate (q.e.p.d). Un año después llegaría a la familia su tercer hijo Silvestre José. Desde entonces la pareja ha sido una de las más estables en la farándula colombiana.
Piere y Silvestre se casaron en la Iglesia Santo Toribio de Cartagena
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