La situación de las minas antipersonal en Colombia es preocupante, pese a las negociaciones de paz que adelantan el Gobierno y las FARC. En el primer semestre de 2014 se registraron 71 víctimas civiles por minas, de las cuales 64 resultaron heridas, 5 murieron y 2 están por determinar. De los 64 heridos, 39 fueron menores y 5 adultos mayores. De los 32 departamentos, 11 registraron algún tipo de accidente con minas, de los cuales Putumayo, Antioquia, Chocó y Caquetá, presentaron los mayores niveles de víctimas.
Es claro que las minas no saben de treguas. Desde el inicio de los diálogos de paz hasta hoy, se han registrado 607 víctimas por minas, de las cuales 233 son civiles. En la primera tregua de las FARC y el ELN, del 10 al 28 de mayo de 2014 por la primera vuelta presidencial, se registraron 32 víctimas civiles, y en la segunda tregua, del 9 al 30 de junio, se registraron 4 víctimas.
A raíz de la intensificación del uso de minas y de los efectos de estos artefactos sobre los civiles, la Campaña Colombiana Contra Minas (CCCM) le propuso a la Mesa de Negociaciones en La Habana la construcción de un acuerdo sobre las minas antipersonal, antes de firmar la paz, que permita la limpieza de estos artefactos de las fuentes de agua, escuelas, zonas recreativas y vías de uso comunitario, de 56 zonas identificadas en Antioquia, Arauca, Caquetá, Cauca, Chocó, Córdoba, Meta, Nariño, Norte de Santander y Putumayo.
“Un acuerdo así salva vidas, es conveniente, oportuno y ayuda en la construcción y consolidación de confianza entre los responsables de la negociación en La Habana, las comunidades afectadas y la opinión pública, así como facilita el proceso de comprensión y reconciliación que requiere Colombia”, dijo Álvaro Jiménez Millán, Coordinador Nacional de la CCCM, quien entregó la propuesta del Acuerdo Especial en el Foro Nacional de Víctimas que se realizó en Cali.
Sobre la Campaña Colombiana Contra Minas (CCCM)
¿Apoya usted un Acuerdo Especial sobre las minas antipersonal antes de que se firme la paz en Colombia?
Nació en 1999 como una iniciativa ciudadana, voluntaria e independiente. Desde ese año es miembro de la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas (ICBL), una red global de organizaciones que trabajan para erradicar las minas desde 1991 y que ganó el Premio Nobel de Paz en 1997 por impulsar la prohibición total de las minas a través de la Convención de Ottawa.
En el año 2000 se constituyó como una organización no gubernamental. Está integrada por diferentes organizaciones de la sociedad civil, su sede principal está en Bogotá y cuenta con una red de 22 Coordinaciones Departamentales. Hace parte de la Mesa Nacional de Educación en el Riesgo, es miembro fundador del GTO14 y es parte de la Junta Directiva de la ICBL y la Coalición Contra las Municiones en Racimo. La CCCM trabaja bajo tres líneas de acción: Educación en el Riesgo de Minas, Asistencia a Víctimas e Incidencia.
