El 27, 28 y 29 de abril, Cine Colombia presentará la historia del joven Pablo Ruiz Picasso. El mundo del maestro de cubismo hasta 1907 cuando se atreve a mostrar las Damoiselles de Avignon con el que comienza una nueva etapa con el movimiento Cubista. Y termino el artículo con el libro de su gran amigo el fotógrafo David Douglas Duncan quien presencia su mundo íntimo y su relación con su perro Dachhshund ( salchicha) que se llamó Turrón. Los dos murieron en 1973.
La película es muy ilustrativa de esa primera época de Picasso: fotos, especialistas y biógrafos cuanta como nació con una ventaja comparativa que lo hizo genio atrevido desde muy joven. Nació el 25 de octubre de 1981 en Málaga, España. Con un largo nombre que no conoce la síntesis: Pablo Diego José Nepomuceno Cipriano de la Santísima Trinada Ruiz. Su padre, alto, apuesto y elegante, José Ruiz Blasco era pintor y profesor de pintura y dibujo. Sus cuadros eran bodegones y palomas. Como conocedor, desde muy joven lo educó para ser artista ya los 8 años, cuando pintó su primer cuadro, su padre dejó de pintar y desistió de una larga educación formal y le dio rienda libre a las propuestas de su hijo. Eso sí, aprendió con la rigurosa academia. De Málaga pasaron a vivir en varias ciudades hasta que acabaron en Barcelona. Pablo Ruiz Picasso estudió en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona donde sus profesores le permitieron saltarse cursos porque él ya era grande en la pintura y el dibujo. También estableció una buena relación con artistas, literatos y políticos donde el centro de reuniones era en el café “Els Quatre Gats” (Los Cuatro gatos) donde lo obligaron a comprometerse más con su sentido íntimo y único.
Con el suicidio de su mejor amigo Carles Casagemas, comenzó a pintar su periodo Azul. Donde la tragedia se instaló en cada uno de los personajes. Ya en 1904, se fue a París. Se instaló en el barrio bohemio de Montmatre, conoció a Guillaume Apollinare, Max Jacxob y a quien sería su primera esposa: Fernande Olvier. Por múltiples razones comenzó el período Rosa donde ya no Los saltimbanquis estaban marcados por la tristeza más sí por la pobreza. Allá estableció una especial relación con el Mar Mediterráneo.
Años atrás, Pablo Piccaso se había quitado el Ruiz porque le parecía un nombre común en España y porque había superado a su padre en su estadio edípico.
La interpretación magistral de "Las Meninas" de Velásquez, por Picasso ( con Turrón en primer plano)
Había ya despuntado sus dudas y visitando en París el Museo del Hombre fue asimilando el arte Primitivo desde los instintos. Tanto que hubo una unión de sangre entre lo primitivo al sentir su mezcla mora con la española. De su largo estudio de esculturas africanas y máscaras primitivas fue realizando su nueva propuesta. También estaba muy influenciado en la propuesta del primer plano de Gaugin. Y en 1906 pintó el comienzo de su larga y bella historia artística.
Otra magistral interpretación de Las Meninas, sin que falte Turrón
Ya para terminar me refiero a la relación más bella que tuvo con su perro. Mientras Picasso era un cruel hombre con sus familiares, esposas y galeristas, un día le llegó “Lump” – terruño- y el fotógrafo Duncan registró las escenas más tiernas con Turrón en familia. A Turrón le permitió todo. Desde estar con él en su estudio hasta pintarlo o darle comida de su propio plato. Lo pintó solo en un lienzo, lo pintó magistral en su interpretación de Las Meninas de Velázquez. Lo pintó en cerámica. Le permitió toda la cercanía.
Y el monstruo que destruyó a cuatro mujeres y a sus hijos, encontró el amigo en su perro Turrón.