Petrona, ¡arriba! La vida vale la pena
Opinión

Petrona, ¡arriba! La vida vale la pena

Ahora que estás de paso por el hospital, algunos me han preguntado cuál es tu importancia para la música colombiana, ¿Cómo te parece? Les he contado algunas de las historias

Por:
mayo 17, 2017
Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2orillas.

Mujer, te cuento que han estado preguntando por tu vida.

Les he dicho que en los años 80, llegaste con tu marido Enrique, al pueblo de  Palenquito, en cercanías de Malagana, Bolívar. Venías de tu natal San Cayetano, luego de recorrer fincas y potreros, en los que Enrique se ofrecía como corralero, marcador de ganado, arreador de bestias, domador de caballos, sembrador de ñame, limpiador de guardarraya o cercador de potreros. Era una vida que ya te estaba fastidiando. “Ajá, eso de andá’ de aquí pa’ allá, me tenía cansá’”. Me dijiste.

Tú querías volver o estar cerca de esas tierras afros, donde aprendiste a cantar con tu bisabuela Carmen Silva, tu abuela Orfelina Martínez, y  otras cantadoras de la región como Reyita Herrera, La Nena Calvo y la mítica Nemecita Cañate.Martínez

Recuerdas mujer, que allá en la cocina de atrás de tu casa, escuchaste en ese radio que colgabas en un horcón y que estaba todo tiznado, la canción El lobo en la voz de Irene Martínez. Imaginabas que cuando escuchabas una voz en la radio, era porque “de verdá’ verdá’” estaba en la emisora. Lo que sonaba, no era, para ti, una grabación sino “la propia voz de Irene”. Así que te preguntaste: “¿Qué hace esa mujer en la radio? Carajo, esa es la misma canción de mi abuela Orfelina”. Comenzaste así a entender el valor de tu música tradicional, pero lo más importante fue que sentiste una especie de epifanía, una revelación que te impulsó a cantar. Ese día, mujer, te hiciste cantadora.

Ahora que estás de paso por el hospital, algunos me han preguntado cuál es tu importancia para la música colombiana, ¿Cómo te parece? Les he contado algunas de las historias. Qué luego de la muerte de Irene y Emilia, te fueron a buscar para “que las reemplazaras”. Eso me lo contó Guillermo Valencia, tú preguntaste que cómo era ese asunto que ibas a reemplazar a dos muertas, que eso no podía ser, que tú no podías resucitarlas. Que tú tenías tus propias canciones, tus propios versos, tus propios dichos, de la tradición de tu familia y que no ibas a cambiarlos, ni tampoco ibas a ponerles bajo eléctrico, ni trompetas, ni clarinetes, ni nada de eso. Qué tu cantabas tus propias canciones, pero al estilo de tu abuela. Les he dicho también que Félix Butrón, el gurú de la músicas tradicionales del Caribe, en los años ochenta y noventa, el mismo de Felito Record, el mismo que grabó a Irene y a Emilia, te produjo un álbum que se tituló Petrona Martínez y los Tambores de Malagana, un LP  que me dijiste “pasó sin pena ni gloria”. Te dedicaste entonces a cantar en cuanta caseta, tarima de pueblo, corregimiento, carnaval, fiesta patronal o velorio, con la misma voz potente que alegra y convoca, y así te fuiste dando a conocer en la región.

A cantar aquellos versos entonados en ruedas de bullerengue en Evitar, Mahates, Malagana, Gamero, Sincerín, San Basilio y sus alrededores, que tú te gozaste desde niña, envuelta en las faldas de tus tías y abuelas.

Tu padre Manuel Salvador, “Cayeto”, te enseñó a componer, así es mujer, a hilar versos para contar tu vida, a narrar con tus bullerengues, sucesos de una zona afro vibrante de música y tradición, de la cual sientes un orgullo inmenso, y que ha pregonados por más de 40 años, ese es tu valor, mujer, eso les he contado a la gente que me pregunta.

Les conté que en 1994, la francesa Lizette Lemoine te encontró en esa misma casa de Palenquito y te propuso hacer un documental. Una idea que rechazaste al instante porque estabas de luto, luego del asesinato de tu hijo Luis Enrique, me acuerdo mujer que me contaste que ese dolor no se te ha quitado todavía.

“Ya no quiero cantar más”, le dijiste a aquella francesa andariega.  Pero ahí estaba tu hijo Alvarito Llerena, tu tamborero, y el músico Guillermo Valencia, tu amigo de siempre, que lograron convencerte. Hiciste el documental, y grabaste un nuevo álbum, con aquellos matices, cadencias, golpes y vuelos ancestrales, de raíz, que siempre has valorado y es tu gran patrimonio. Eso fue en 1998, te acuerdas mujer, el álbum se tituló Le Bullerengue, así, en francés, y tu música se fue para Europa, allá fue muy apreciada, se sorprendieron de tus raíces, de los repiques libertarios del tambor y de tu voz de golpe seco, preciso; contundente.

Les he dicho también, que en 2015, recibiste el premio nacional Vida y Obra, el más grande otorgado por el Ministerio de la Cultura de Colombia, un galardón que corona esa vida musical dedicada a narrar una vida llena de alegrías y penas, que tú has sabido superar a golpe de tambor, como aquellos que el lunes en la noche sonaron frente a la clínica de Bocagrande. Esa tonada bullerenguera, te alivió, mujer, y volviste a sonreír ayer, mientras tu hija Joselina te hablaba y cantaba.

Así es mujer, he contado sobre tu grandeza. Más allá de los triunfos, nominaciones y premios, les he dicho que has sido una mujer fuerte, que te has levantada después de la tragedia, has derrotando las adversidades y has vuelto a componer; a cantar. Que tienes más de cien canciones en espera de ser cantadas, para que las generaciones venideras entiendan la importancia de ser coherentes, pero sobre todo, para que estas generaciones propaguen la capacidad que tienes para levantarte y volver a tu casa, volver a tus cantos, a dirigir tu grupo, y a ensanchar esa tradición que tú haces inmensa.

Levántate. Queremos volver a escucharte cantar, y decir que La vida vale la pena.

Sigue a Las2orillas.co en Google News
-.
0
Las etiquetas le restan poder a la novela

Las etiquetas le restan poder a la novela

La honestidad de otras voces

La honestidad de otras voces

Los comentarios son realizados por los usuarios del portal y no representan la opinión ni el pensamiento de Las2Orillas.CO
Lo invitamos a leer y a debatir de forma respetuosa.
-
comments powered by Disqus
--Publicidad--