Las materias primas han ido alzando vuelo. Después de haber sido vapuleadas en la pandemia, donde se dieron casos como el del petróleo WTI de Estados Unidos con precios por debajo de cero en abril, han empezado el ascenso y hay más de un récord para registrar. Llevan viento de cola, con China a la vanguardia de la recuperación económica mundial, Estados Unidos y Europa reactivando sus economías con ayudas sin precedentes que permitirán revivir el consumo, y una vacunación masiva para combatir el coronavirus.
Los expertos desde Goldman Sachs, a Bank of America no dudan en que está en ciernes un mercado al alza debido al desfase entre la oferta y el esperado auge de la demanda pospandemia, que retomará el fuerte ritmo tan pronto quede atrás el tercer pico del covid-19. Los dos índices de materias primas más grandes del mundo se han recuperado casi totalmente. El de Standard & Poor que monitorea los 24 productos básicos más vendidos, ha repuntado un 89 % desde abril, y el de Bloomberg de 23 contratos negociados en la Bolsa sobre materias primas físicas, 33% después de alcanzar mínimos históricos en el segundo trimestre del año pasado.
La recuperación económica mundial parece ir por buen camino. El último informe del Fondo Monetario Internacional registra 5,5 % de crecimiento para el 2021, aunque no exento de incertidumbres, como las nuevas variantes covid-19. No obstante, esa recuperación sustenta el alza de las materias primas, que encabeza el cobre y metales ligados a la energía verde en la que se prevén cuantiosas inversiones, además del oro y agrícolas como el maíz. Entre las que han registrado aumentos notables hay varias que exporta Colombia: petróleo, carbón, café, azúcar.
Con los precios de hoy, Ecopetrol y las finanzas de Colombia reciben una buena nueva
El petróleo, que aún sigue padeciendo por las restricciones de movilidad y el nuevo confinamiento, ha salido del hoyo negro, el WTI ha subido 146 % en un año y el Brent, de referencia para Colombia 110,42 %, hoy se cotiza a USD 61,78 por barril, después de haber logrado hace pocos días tocar el pico de los USD 70, y Goldman Sachs pronostica USD 80 en el tercer trimestre. En la escalada mucho ha tenido que ver los recortes de suministro de Arabia Saudita, que prefiere altos precios para sus maltrechas finanzas que pelearse el mercado con Rusia y estimular el fracking de Estados Unidos. Más importante aún, la demanda podría rebotar a niveles de antes de la pandemia. De hecho, Opep elevó la semana pasada en 220.000 barriles diarios su previsión para este año, aunque su apuesta depende del éxito de la vacunación que permita reactivar el transporte aéreo y terrestre. En este escenario, y tal como están hoy los precios, ganan las finanzas de Colombia una “inesperada sorpresa” de 4,8 billones de pesos en sus ingresos por dividendos, regalías e impuestos petroleros, porque en el presupuesto de este año se había contemplado petróleo a USD 50 por barril.
El carbón también tiene su cuarto de hora. Los precios van en alza después de haber caído a un abismo de 34,05 dólares por tonelada el 20 de marzo de 2020. Un año después se registra 68,50 dólares. La recuperación de las economías asiáticas es la clave. La Agencia Internacional de Energía (AIE) en su más reciente informe señaló que en el carbón tendría un repunte en su consumo de 2,6 % en el 2021, debido al aumento liderado por China e India y el sudeste de Asia. China consume 4.000 millones de toneladas de carbón cada año y con India representan el 65 % de la demanda mundial. Además, esas dos naciones están a la vanguardia de la recuperación económica y estiman que hasta el 2025 usarán carbón. El aumento de los precios impactará favorablemente las regalías en Colombia que en el 2019 fueron de 2,2 billones de pesos, si se reanudan las operaciones a niveles de antes de la pandemia. Aunque poner en marcha de nuevo el aparato productivo lleva tiempo. Los grandes exportadores, Cerrejón y Drummond, y los demás participantes del mercado están abocados a buscar nuevos compradores y mirar a la más costosa ruta asiática para colocar su carbón térmico, que sería más viable con precios altos.
En el año horrible de la pandemia, ingenios y cultivadores tuvieron el mejor año de precios de los últimos cinco
Ganan los azucareros. En el año horrible de la pandemia, los precios experimentaron el mejor año de los últimos cinco. Los futuros del azúcar crudo alcanzaron máximos no vistos desde marzo de 2017, cuando llegó a 19,84 centavos de dólar por libra. El contrato 11 en Nueva York se cotizó hace un mes a 18,78, hoy está en 15,09, cuando en julio pasado apenas rondaba los 11 centavos. Según Sunil Kumar Dixit, analista de SK Dixit Charting, en Calcuta, India, el azúcar tiene potencial técnico para encumbrarse a los 18,50. Los precios han sido impulsados por el clima seco de principio del año pasado y las lluvias que llegaron tarde a Brasil, responsable de 18 % de la producción a nivel mundial, Tailandia que representa el 9 % tuvo una errática temporada de monzones, y el tercer exportador del mundo, India, vio reducir a sus ventas al exterior a menos de 5 millones de toneladas mientras la remolacha azucarera de Europa que representa el 20 % de la producción mundial de azúcar también fue golpeada por el clima. En Colombia, los buenos precios internacionales favorecen toda la cadena azucarera en el Valle del Cauca. Desde los ingenios que cultivan entre el 20 % y 25 % a los 2.000 cultivadores de caña que les suministran el producto recibiendo 58 kilos de azúcar por tonelada, valoradas en dinero al precio promedio ponderado de venta del ingenio.
El café, uno de los productos bandera de las exportaciones, ha tenido razones para celebrar. Las 540.000 familias que dependen del grano han vuelto a ver precios superiores al millón de pesos por carga de 125 kilos. El jueves 25 de febrero marcó $ 1.225.000, una cifra que no se veía desde marzo del año pasado cuando llegó a $ 1.232.000. Este año el precio internacional no ha bajado de un dólar, y ha tenido aumentos hasta de 30 %, el 17 de marzo el contrato C registró en Nueva York 1,32 dólares por libra, hoy se mantiene en 1,26. Todo ello porque la sequía de Brasil, el mayor productor del mundo, afectó los cafetales en la época de floración, en cifra por confirmar aunque se habla de números tan altos como 15 millones de sacos - algo así como un poco más de toda la cosecha de Colombia que ronda los 14 millones-, después de que el pasado tuviera un récord de 68,21 millones de sacos.
En este panorama ha vuelto a aparecer una palabra en desuso durante varios años en Wall Street: superciclo. Banqueros y corredores han estado apostando al comienzo de un nuevo superciclo de materias primas, impulsado por la demanda del fin de la pandemia, políticas monetarias superflexibles en las grandes economías, el auge de China y otras naciones asiáticas y enormes inversiones que se esperan en la energía verde de la transición de los combustibles. Es, entonces, el momento del ojo avizor para sacar el mejor provecho de los tiempos por venir cuando coronavirus sea también una palabra en desuso.
