Asofondos tocó fondo vendiendo sus intereses en la reforma pensional, sin hacer propuestas de fondo. La subcontratación elige la mano de obra sea más barata, servil o permisiva, y globalizó el desempleo, la descompensación y la sobrecarga laboral. Según Reality Bites (Natixis, 2024), la Generación X tachó la posibilidad de jubilarse.
Colombia es potencia en esclavitud moderna. Siguiendo la recomendación tecnócrata, erradicó la producción de empleo, y la mayoría de las personas está encadenada a la trampa del rebusque (In Search of a New Social Contract, OECD, 2023). El sector al que menos peor le va es Servicios Públicos -ni siquiera a las mal denominadas industrias “ganadoras”-, donde la informalidad es de 45%.
Además del desempleo estructural, en el trabajo abundan el cansancio físico, el aburrimiento y el hartazgo. La OMS clasificó eso como enfermedad laboral (burnout), antes de la pandemia, y el State of the Global Workplace (Gallup, 2023) reportó que ese fenómeno es cada vez más común y frecuente.
La versión 2024 de ese informe diagnosticó deterioro de la salud mental, pues la mayoría de los encuestados acusa síntomas de soledad, tristeza, ansiedad, ira y estrés. Entre ellos, los empleados advirtieron que ya ni siquiera aparentan compromiso a cambio del salario; y dicha desconexión le cuesta a la economía 9% del PIB mundial.
De acuerdo con “Después del Trabajo” (Hester, 2024), la Revolución Industrial y el Neoliberalismo trastornaron el bienestar, pues el tiempo ahorrado con los electrodomésticos y las TIC se agregó automática e implícitamente a la jornada laboral. Por eso propone demandar tiempo libre, no sólo para descansar, como derecho vital.
El año pasado, Bankrate investigó a los empleados estadounidenses (https://t.ly/3soaG), y descubrió que 89% quiere semanas laborales de cuatro días, además de esquema híbrido. Sin embargo, sus jefes creen que las personas no ofrecen su mejor esfuerzo durante el horario estipulado, siendo innegable que muchos vagos pasan de agache porque los indicadores de cargas de trabajo, desempeño y productividad usualmente están mal diseñados o medidos.
Para terminar, a pesar de las mal denominadas reformas estructurales, las pensiones permanecerán en crisis porque los sistemas de seguridad social son esencialmente pirámides insostenibles. Particularmente, según el Natixis Global Retirement Index, en 2023 Colombia fue 41 entre 44 países evaluados.
Para colmo de males, el gobierno del cambio no fue progresista, y el congreso también demostró mezquindad, pues debieron ofrecer incentivos a la generación de empleo; flexibilizar los “descensos” de personal, para que la mayoría tenga la experiencia de asumir responsabilidad como supervisora, y pueda descansar de ese estresante rol; finalmente, facilitar la diversificación laboral, sustentada en educación continua, pues hacer lo mismo toda la vida es deshumanizante.
Subsidiemos eso incrementando exponencialmente las retenciones e impuestos a la renta; prohibamos las horas extra, reduzcamos la jornada laboral a 25 horas, 5x5, y prolonguemos la edad de retiro, porque nuestra vida útil no tendrá traumatismos si cuidamos mejor de nosotros mismos y de nuestros semejantes.