La corrupción aparece como uno de los principales problemas del país, casi superior a la violencia, la inseguridad y la desigualdad. Se define como el abuso de posiciones de poder para el beneficio particular y en detrimento del interés colectivo, realizado por funcionarios y contratistas a través de ofrecer o solicitar, entregar o recibir bienes o dinero en especie, llamadas comisiones o coimas.
La corrupción esta enquistada en la contratación pública con la que se ha enriquecido impunemente miles de políticos, ciudadanos, parlamentarios, funcionarios públicos y contratistas auspiciada por la impunidad, politización, lentitud y acumulación de la justicia. A sus implicados no les importa el escarnio público ni la cárcel pues se vuelan a otros países o salen a disfrutar “de su riqueza”, paseándose horondos por los pueblos, barrios y veredas, por centros comerciales y restaurantes e inclusive ser elegidos o nombrados en importantes cargos públicos.
Nuestra corrupción es un flagelo persistente en la conducta y educación de nuestra sociedad, favorecida por un permisivo sistema electoral facilista y sin filtros de los candidatos, de un sistema legal de contratación proclive a la corrupción, de jueces corruptos que reciben coimas, de los partidos políticos que permite a los contratistas que financian campañas con el compromiso expreso de ser recompensados si llegan al poder.
Es terrible lo que sucede con los dineros públicos como el robo de la salud púbica durante la pandemia, el caso de los 70 mil millones del internet para los niños pobres, los sobrecostos de Odebrecht en la contratación vial, los elefantes blancos en obras públicas sin terminar, la gota-gota de la contratación diaria a nivel municipal, departamental y nacional. Para peor de males muchos de los parlamentarios que obstaculizaron la Consulta Anticorrupción en contra a 11, 6 millones de votos de la población, fueron elegidos para el periodo 2022-2026.
Al examinar los candidatos con más posibilidades de salir elegidos como presidente de Colombia, encontramos que Petro es muy sensible a esta problemática de la corrupción. Ha sido acusado sin pruebas y ha salido bien librado, nunca ha sido condenado por delito alguno. En su discurso ha formulado concretos lineamientos para la implementación, ejecución y seguimiento de políticas de lucha contra la corrupción.
Petro cuenta con la voluntad y la fuerza parlamentaria para impulsar una nueva Consulta Anticorrupción donde se fijen, por ejemplo, los procedimientos conforme a la Constitución y la ley penal para castigar ejemplarmente el enriquecimiento ilícito de personas que detenten patrimonios signados por ese origen con la extinción de su dominio, la que se debe declarar a través de sentencia judicial conforme al Código Penal y atendiendo que es un delito de origen constitucional.
El programa de gobierno de la Colombia Humana propone un sistema judicial y órganos de control independientes, añadiendo la propuesta de un sistema electoral autónomo y la exigencia de “limpiar” la política.
Como no sobrarán quienes que salgan a decir que Petro expropiará usando este argumento, es bueno recordar que la Corte Constitucional en Sentencia C-127 de 1993 avaló la constitucionalidad de la penalización por enriquecimiento ilícito de particulares.
Sobre Petro han circulado videos donde el recibe bolsas de dinero, referido por el General Zapateiro, sin que se hayan demostrado acto alguno de corrupción o enunciando procesos e investigaciones hoy archivadas. Igual sucede con una suspensión por el manejo a los contratos de basuras que fue reversada por la Procuraduría, así con la sanción del Procurador Ordeñes que lo sacó de la Alcaldía también revocada por un tribunal internacional.
De otro lado, el candidato Hernández ha convertido como estrategia de campaña ser el adalid de la anticorrupción cuando su credibilidad está seriamente afectada por líos judiciales y disciplinarios vigentes ante la Fiscalía y la Procuraduría por contratación ilegal, faltas de respeto o indisciplinas que denotan abuso del y desinstitucionalización. En las redes ruedan videos de sus agresividad y vocabulario nada aceptable para un presidente de la República. ¡Dios nos libre!
Fico también hace propaganda de que atacará la corrupción rodeado de los grandes jefes de los parlamentarios de los partidos políticos a quien la comunidad rechaza como la casta que favorece la corrupción.
Según informes prácticamente todos los partidos políticos colombianos tienen su cuota de protagonistas en el mapa de la corrupción.
Votaré por el candidato que con objetivo primordial de lograr la moralización, idoneidad, probidad e imparcialidad de los funcionarios públicos, se comprometa a una reforma constitucional y legal del régimen de inhabilidades, incapacidad e ineptitud que impidan o imposibiliten que una persona sea elegida o designada para el desempeño de cualquier empleo en el sector público o impida el ejercicio del empleo a quienes ya se encuentren vinculados al servicio en un cargo público, donde se incluya como causal la formulación de acusación al imputado de acuerdo con la ley penal, convirtiendo en disposición constitucional la reiterada la jurisprudencia la Corte Constitucional (Sentencia C-329 del 27 de julio de 1995).
Anecdotario: En China condenan a muerte a funcionarios por corrupción
