Está equivocado de medio a medio quien cree que “Fico” se quemó. Ahora él, por arte de birlibirloque y mandato de la oligarquía, es parte unigénita-ultraderechista-politiquera-integral de Rudolf Hess...nández, y por tanto quien realmente pasó a segunda vuelta como segundón fue un engendro malé...fico al que podemos bautizar como “Rodolfico”.
La primera vuelta de las elecciones presidenciales 2022 ya es historia patria. Como medio mundo esperaba, ninguno de los aspirantes pasó de la mitad más uno en cuanto a la preferencia popular en los tarjetones y por tanto habrá un definitivo balotaje el trascendental domingo 19 de junio.
Son tres semanas en la que habrá avalanchas, tsunamis y toneladas de estrés en las dos campañas sabiendo que se juega el poder gubernamental nacional por cuatro largos años (la tetona de billones de la vaca presupuestal nacional, según RH negativo). Cosas raras y otras de esperar pasarán. Ningún contendor puede dar pie a papayasos. Si se inventan noticias falsas o difunden oscuros bulos es otra cosa y en este sentido puede haber trampas bumerán.
Ojalá nada grave suceda y que los votantes que participamos en la primera tanda podamos acercarnos de nuevo a los puestos de votación junto a otros que se hicieron los locos, a ver si disminuye la alta abstención.
Todo depende del prisma con que se mire, y cada campaña verá como mejor maniobra.
Por la parte de “Rodolfico”, muchos de sus seguidores ya están saltando de triunfalistas (“huele a hormiga culona en la Casa de Nariziño”, me espetó uno) porque deducen de manera simple que en segunda vuelta alcanzarán el 52% de la votación, suma derivada de los porcentuales 28.1 (Liga) + 23.9 (Equipo). Si fuera soplar y hacer botellas...
De los desesperanzados de Fajardo lo único que se sabe es que los mandaron a ver documentales de ballenas y que sus huestes derrotadas están más divididas que arenques atacados por una horda de orcas. En cuanto a los votos de John Rodríguez y de Enrique Gómez, estos ya se dijeron “esta jeta es mía”, y vale repetir que esto de endosar votos no es tan sencillo como a los jefazos les parece.
Así que entonces hablemos en carta blanca, sin pelos en la lengua y al pan-pan y al vino-vino algo de las perspectivas de los bandos beligerantes en contienda.
La estrategia de la Liga de “Rodolfico” va en el sentido que la respalde la dinosáurica y pesada carga de la ultraderecha recalcitrante y su corrupción desbocada. Suena de plano contradictorio con su denominativo de “Liga Anticorrupción”, pero tú ya habrás oído hablar de Maquiavelo. Esto implicará el engranaje mañoso y mafioso de todas las maquinarias de los que sabemos, aunada al apoyo de los mass media que también sabemos, y de las encuestas amañadas de las que pronto sabremos.
Algo parecido podría acontecer con algunos ilusos del Pacto. En las elecciones presidenciales del 2018 Petro logró en primera vuelta 4.9 millones de votos y en la segunda incrementó la cifra a 8 millones, con un meteórico aumento del 61%. Si pasara lo mismo en la segunda vuelta 2022, entonces el candidato del Pacto, que acaba de lograr 8.3 millones de sufragios, en la segunda obtendría 13.4 millones de votos, cifra más que suficiente para coronar la presidencia.
En el plano real, la estrategia del Pacto podría incluir el seguir llenando plazas; una convocatoria a líderes de redes amigos de la candidatura para que incrementen sus críticas al contrario y explicaciones programáticas a nuevos adeptos; continuar con las reiteradas reuniones y visitas proselitistas a feministas, líderes comunales, intelectuales, gremios populares, cooperativistas, asociaciones, sindicatos, grupos universitarios, etc.
Pero veamos el caso especial e hipotético de borrón y cuenta nueva.
En este escenario Petro aplastaría a “Rodolfico”. El jefe del Pacto tiene calidad de estadista frente a un rival ignorante, neonazi y mediocre que no sabe dónde está parado, que ni sabía que Vichada es uno de los 32 departamentos del país y menos que Puerto Carreño, municipio rivereño del Meta, es su capital, y además, el tipo tiene en su historial claras señas de ser misógino; haber votado por el No en la consulta popular de la paz; repetir babosadas en favor del nazismo; reaccionar con violencia ante periodistas; seguir de sospechoso del delito de corrupción; prometer 20.000 viviendas o lotes para los más desfavorecidos de Bucaramanga y luego, de desfachatado, reconocer que no entregó ni uno; y llamar a clientes “hombrecitos vacas de leche” debido a la ordeña que les ha propinado con las hipotecas de las viviendas de su constructora.
Uno diría que todo lo anterior es más que suficiente para conocer al ganador del balotaje. Pero, pero... y este es un pero por el que nosotros, los del pueblo, deberemos redoblar esfuerzos: estamos en la Colombia con C de corrupción. Vivimos en una sociedad que apenas ha abierto los ojos ante doscientos y pico de años de barbarie, laissez fair, feudalismo, mercantilismo, oscurantismo, nepotismo, venalidad y neoliberalismo salvaje.
La próxima jornada electoral presidencial tiene visos de hito histórico. Desempolvo un disco de mi boleroteca, El 19, canta Alberto Beltrán: “Oye lo quiero decirte fechas hay en la vida que nunca podemos jamás olvidar / Esa lo sabes alma mía la llevaré prendida en mi ser como ayer / Aquel 19 será el recuerdo que en mí vivirá / Ese día que feliz, tan feliz...”
Esperemos que triunfe la asertividad sobre la mediocridad, la democracia sobre el despotismo, un capitalismo social sobre el neoliberalismo salvaje.
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