Como decía el poeta:
“Este pueblo de gentes generosas,
incurre siempre en peregrinas cosas”:
Capitalistas sin capital.
Comunistas sin comunidad.
Aspirantes que aspiran a la derrota.
Constituyentes primarios que son un voto secundario.
Conservadores que nada van a conservar.
Liberales que al mejor postor le venden la libertad.
Cambios radicales que nada cambiarán.
Pactos históricos que con su propia gente del Huila y Caldas no pactarán.
Verdes de tanto bosque que para un afiche tuvieron que talar.
Muertos que salen a votar.
Vivos no tan vivos que no votarán.
Y demócratas porque defienden los postulados de Demócrito.
Todo cambia para los colombianos,
pero todo sigue igual…
Es el único aspirante a la Gobernación del Huila en décadas que se ha leído un libro, bueno, en realidad se ha leído más de 2 mil. Los más extremistas y fanáticos no lo pueden tildar de guerrillero. De familia acomodada y conservadora de El Agrado, Huila, sufrió tres secuestros de su padre que tuvieron un dramático colofón en su sonado asesinato a manos de la guerrilla de las FARC-EP (2006); como ganadero, participó en todos los consejos de seguridad del Departamento del Huila durante los últimos 22 años. Experto en Derecho Administrativo de la Universidad Externado de Colombia, ha criticado también la propuesta de Reforma Laboral de Petro, retroceso jurídico de más de 200 años al código civil colombiano y reza:
“No es posible que eliminemos eso de que los colombianos pueden ir a la cárcel por deudas como una conquista social y humanitaria, para que ahora, todo aquel que le deba plata a la DIAN pueda ir a la cárcel. Se ha suprimido la validez de la factura física reemplazada por la electrónica, pero para obtenerla casi que hay que hacerle un derecho de petición al 90% de los establecimientos comerciales del país. Dicha factura no la facilita de manera gratuita el Estado, pero sí la exige de manera obligatoria. Querer meter a los deudores a la cárcel es volver al siglo 18”.
Nadie entiende cómo se metió con el Pacto Histórico. Es una contradicción tener un ganadero progresista. Pero él mismo insiste:
“El país no está preparado aún para prescindir de la proteína animal. En tanto esto, solo podemos decir que es preciso hacer una ganadería regenerativa, que respete la reforestación, algo amigable con el medio ambiente y esto es lo que dice la ley: A 50 metros de la fuente de agua para evitar las catástrofes ambientales como las avalanchas de Mocoa, Algeciras, Naranjal y Riofrío, hasta que podamos tener una ganadería ambientalmente integrada al bosque… Incluso, la raza brava hay que preservarla: Podemos y debemos reducir el sufrimiento animal hasta eliminarlo. Y soy creyente de que se puede hacer fiesta brava sin herir ni matar un toro”.
También se opone a generar daño ambiental con la construcción de más represas en el Huila (como El Quimbo y Betania), las cuales, deberían reducir los costos del suministro eléctrico hasta obtener recibos gratuitos de ese recurso para todo el Departamento, pero paradójicamente estos siguen subiendo hasta un 300%, lo cual, según denuncia en la entrevista Castillo, va a manos de privados:
“Hasta mil millones de pesos diarios se pierden por la falta de intervención del Ejecutivo en este negocio”. ¿Dónde está Petro?
Sus contrincantes -ha dicho- responden a los intereses de esas empresas multinacionales que han asentado un negocio que solo ha beneficiado a los políticos del Departamento y no a todos los ciudadanos huilenses, como debería ser:
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La mayor prueba de que Castillo dice la verdad parece ser que no ha recibido ninguna demanda de estos por injuria y calumnia.
FOTO: Alberto Castillo Losada, candidato a la Gobernación del Huila (derecha) con su contador de campaña, Víctor Manuel Perdomo Pérez.
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Petro parece tener sus intereses puestos en sacar a toda costa una pésima reforma laboral. Su cábala política es que su partido no ha tenido nunca más de un 2% de la votación a la Gobernación del Huila, por lo que lo más fácil es aliarse con el Partido Liberal para allanarle el camino a Villalba inmolando a su nuevo candidato, pagando este Departamento por ello un costo demasiado alto: nuevas represas llegarán con un nuevo daño ambiental en su concesión a los chinos. Alberto Castillo, su candidato, resulta un estorbo para obtener el voto de Villalba y el Liberalismo en el Congreso; “un alacrán en el bolsillo” para que sigan llegando mil millones de pesos diarios a manos de sinuosos privados que administran desde la Costa el multimillonario negocio del suministro eléctrico en el Huila. Jorge Eduardo Géchem y el mismo Villalba le han correspondido con su apoyo al presidente para mantener sus alfiles y negocios en este Departamento. La Colombia Humana tiene en la tierra opita una situación muy similar a la que se ve en Caldas, donde los políticos Lizcano han secuestrado la democracia y han impuesto sus candidatos desconociendo las bases populares del Pacto Histórico y la Colombia Humana.
En la tierra opita, el presidente envió a su senadora Isabel Cristina Zuleta para comprometer a Coomotor y otras empresas a respaldar la candidatura de Paulino Galindo, un advenedizo candidato del Pacto Histórico, ingeniero de la represa de Betania durante cerca de dos décadas, para así dividir los votos de la Colombia Humana y lograr un nuevo ascenso de Villalba que conllevará inevitablemente al despilfarro de 186 millones de pesos en un sistema de riego inservible y la construcción de nuevas represas, la cual defiende el mismo Galindo, candidato que se negó a darle una entrevista de cara al país a través de Las2Orillas cuando se planteó la situación.
Dejamos esta entrevista con Alberto Castillo y nos preguntamos, ¿cuán mejor sería el Huila si esos mil millones diarios de Electrohuila se invirtieran en atender necesidades básicas insatisfechas, en la creación de empresas y la pavimentación de sus carreteras en un Departamento que solo tiene vías que lo conectan adecuadamente con Bogotá?
Los ladrones han secuestrado la democracia con sus maquinarias políticas. ¿Quién pagará el rescate?