Al adolescente le duele la vida porque no se integra, lo mismo le pasa a Petro: unas veces quiere ser rico y otras veces quiere ser pobre. Es decir, mantiene la separación.
¿Cuál es el problema de los adolescentes? Que les cuesta trabajo integrarse porque están entre ser un niño grande y un adulto pequeño. Hay veces quieren y les conviene ser niños, mientras que otras veces quieren las ventajas de ser adultos y, aunque uno pensaría que están disfrutando lo mejor de los “dos mundos”, la realidad es que internamente viven mucha tensión.
El adolescente entre más entra en conflicto con esa dualidad, más sufre. Su problema es la adaptabilidad. A Petro le pasa lo mismo porque en vez de integrar la dualidad de la riqueza y la pobreza, lo que hace es amplificarla al poner a ambos lados en conflicto. Él no incluye sino que excluye. La armonía entre dos grupos nunca se ha logrado enfrentándolos. Gandhi y Mandela son ejemplos de personas sabías que lograron su objetivo desde la unión y no desde la eliminación.
Lo que pasa es que Gandhi y Mandela actuaban desde el corazón, por eso podían integrar, mientras que Petro parece actuar desde el miedo. Y el miedo solo sabe hacer dos cosas: atacar o salir corriendo. El miedo no sabe relacionarse, el miedo no concilia, el miedo no sabe abrazar lo que es diferente porque, valga la redundancia, le tiene miedo a lo diferente.
Petro tiene un objetivo noble: la igualdad, que haya menos pobreza. Sin embargo, por la forma en que lo hace, no sabe uno si esto lo busca porque realmente lo siente como un anhelo en el corazón o porque es un propósito vendedor que atrae muchos votos y, por consiguiente, le trae poder. Sea cual sea su motivación, es un destino que todos apoyamos, así que su problema no es qué busca sino cómo lo busca.
Por la forma en que lo hace, lo que logra es la lucha de clases y no la eliminación de estas. Petro se queda en la ilusión y lo que logra con esto es más división. Las clases se eliminan cuando el “rico” pueda verse en el “pobre” y cuando el “pobre” pueda verse en el “rico”, pero si el “rico” se siente superior al “pobre” y el “pobre” se siente inferior al “rico”, pues ¿cómo espera él que “ricos” y “pobres” puedan convivir en armonía?
El error de Petro y de todos los políticos que basan su programa de gobierno en “lo social” es que asumen (equivocadamente) que si hay una lucha de clases es porque hay un culpable. Es decir, asumen que en los conflictos debe de haber un culpable y alguien que perdona, un bueno y un malo. El sabio no busca culpables porque sabe que al estar buscándolos no resuelve el conflicto, es decir, sabe que quien busca culpables no está buscando la armonía sino que, al contrario, se están metiendo aún más en el conflicto para hacer un juicio. El conflicto existe cuando hay dos lados, el sabio lo que busca es que haya solo uno.
¿Cuándo será que los políticos entenderán que los conflictos se resuelven relacionando? …porque cuando relaciono dejo de estar en dos lados separados.
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