El Plan Nacional de Desarrollo del Gobierno Petro tiene entre sus fines el de ampliar cobertura, pero no presenta responsabilidad con lo más elemental: reducir la deserción escolar: “En Colombia tendremos la cobertura de educación superior más alta de la historia, al pasar de 53,9 en 2021, a 62 % al final del cuatrienio”. En el Gobierno Duque la meta era reducir la deserción escolar de un 3,08 % a un 2,07 % entre 2019 y 2022 con la estrategia “de Acogida, Bienestar y Permanencia”. No obstante, la política pública de ambos Gobiernos no ha tenido en cuenta la lúdica y la didáctica como factores protectores ante la deserción escolar.
Zephiroth, empresa de investigaciones en las ciencias sociales y humanas, que coadyuva con el proyecto de vida para educandos de nacionalizarse con becas de estudios en Europa, propone al Ministerio de Educación de Colombia, varios instrumentos de recolección de datos, teniendo en cuenta factores de riesgo y factores protectores ante la deserción escolar, y hace un llamado a todos los colegios públicos y privados del país, para que estos sean implementados de manera eficaz.
El factor protector para combatir todos los factores de riesgo y factores determinantes hoy por hoy es la lúdica y la didáctica, es decir, el factor motivación. Los estudiantes en riesgo de deserción -así como los desertores- declararon que si las clases estuvieran dotadas de lúdica y didáctica (y fueran amenas), no pensarían en la decisión de desertar, incluso ante factores tan graves como la falta de subsidios de transporte en lugares remotos de la sede escolar; el factor alimentario; el factor de calidad; el factor de rendimiento académico; el factor relaciones interpersonales y el factor económico (los que normalmente achaca FECODE sin considerar la lúdica y la didáctica como factores protectores).
¿QUÉ TAN DETERMINANTE ES LA POBREZA EN LA DESERCIÓN ESCOLAR?
Según el Informe de seguimiento a los Objetivos de Desarrollo Sostenible en Colombia (por Universidad de los Andes (2018), el 28 % de la deserción nacional se debe al factor distancia entre el colegio y la casa; el 27 % es atribuido a problemas académicos; y el 34 % se le endilga a la pobreza, sin considerar otros factores encontrados en la práctica. Sin embargo, sorprende ver en estadísticas oficiales (2016) que un Departamento tan rico en necesidades como el Chocó (el más pobre en crecimiento económico, desarrollo económico y producto interno bruto de Colombia), tiene una tasa de deserción escolar por debajo de la mayoría de los demás departamentos, cercana al 4 % de su población estudiantil, comparado con otros como Antioquia que tiene casi un 6 %; e incluso, cercana a la del Distrito Capital, que es de un 3,6 %; pero sigue siendo coherente con otros Departamentos costeros o con salida al mar, que están en un promedio del 2,1 % en el Caribe.
LA LÚDICA Y LA DIDÁCTICA COMO FACTORES PREVENTIVOS
Así como se busca que haya en cada Institución Educativa un docente orientador, un coordinador de disciplina, las estadísticas dan cuenta de la necesidad de tener un especialista en lúdica y didáctica en cada sede, cuya oficina debe convertir los temas más complejos de la mano de docentes y estudiantes en un juego capaz de motivar y prevenir así la deserción. Es una forma de ponerle trabajo también a esos niños mal considerados “problema” que suelen ser por su energía los más creativos, los más dispersos y que se aburren con mayor facilidad (darle cabida a la creatividad y al humor, habilidades tan necesarias en la vida para triunfar o ser felices).
La correlación con la situación estadísticamente analizada, nos puede indicar que los estudiantes se sienten presos, como dijera Rousseau en Emilio y la Educación, y esa sensación lo más probable es que nos acompañe a lo largo de la vida laboral y familiar, durante toda la vida, si no se desarrollan proyectos de vida y habilidades para tornar alegre lo tedioso.
Este factor preventivo, que es también una habilidad de crecimiento personal, orientada a la felicidad, de la lúdica y la didáctica, no choca con la educación de calidad que aparece entre los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas; ni con las propuestas de Fecode (el no considerarla aún no quiere decir que no redunde en la calidad buscada), y puede ser el punto mediador entre las propuestas de diferentes sectores políticos y educativos, siendo de vital importancia que se convierta en la variable que todos persigan en los Índices Sintéticos de Calidad Educativa y en las evaluaciones institucionales.
La lúdica y la didáctica son el factor por excelencia en la protección ante el riesgo de deserción y tal vez sea este el primer punto para dar el salto de una educación héteroestructurante y sin calidad, a un modelo pedagógico autoestructurante de alta calidad como lo analizaron y lo buscaron Montessori y Rousseau.
La lucha en esencia, ya no será de clases por el privilegio de la educación. Nunca hemos tenido tantos recursos informativos gratuitos como en esta era. Los niños del Chocó la tienen clara: La lucha ahora es contra el anquilosamiento, la ortodoxia, y la falta de creatividad y de buen humor en la educación. Son los más pobres, pero no desertan.
Los profesores más neuróticos, radicales y poco conectados con la sensibilidad de los estudiantes, que no leen las cifras nos dirán que no. Zephiroth está dispuesta a orientar gratuitamente la creación de escenarios posibles para la lúdica y la didáctica en todos los colegios del país: