Las elecciones legislativas del pasado domingo fueron cruciales: definieron a los tres candidatos presidenciales de las grandes coaliciones y el Congreso con el que tendrá que trabajar el próximo gobernante de Colombia. Son 107 curules en el senado y 186 en la Cámara de Representantes. ¿Qué quedó en claro después de que más de 18 millones de personas votaran? ¿Cómo se organizarán las fuerzas políticas de cara a la primera vuelta, alrededor de Gustavo Petro, Sergio Fajardo y Federico Gutiérrez? ¿Cuáles incógnitas siguen abiertas? César Caballero, exdirector del DANE en épocas de Uribe y creador hace 15 años de Cifras y Conceptos, la más influyente de las encuestadoras del país, conversa con Juan Manuel Ospina e intenta descifrar los acertijos que dejaron los comicios.
Juan Manuel Ospina: ¿Usted cómo la ve después de las elecciones? ¿Qué diablos pasó ayer?
César Caballero: El país ya cambió y ayer vimos el reflejo de eso. Por ejemplo, la Coalición gobernante en Colombia giraba en torno al uribismo y hoy con la renuncia de Óscar Iván Zuluaga tenemos que, si aspiran a mantenerse en el poder, la derecha se reconfiguró y el uribismo es apenas un satélite. El uribismo ha dejado de ser el centro. Lo segundo es que este es el inicio en las urnas del juicio de los ciudadanos frente a la gestión de Iván Duque porque los movimientos que se opusieron a Duque ya empiezan a ser mayoría. Yo diría que loa grandes ganadores son Petro y Francia Márquez. En la Coalición de la derecha Federico Gutiérrez ganó, pero me parece que los 650 mil votos de Barguil le dan una relevancia; y en la Coalición de la Esperanza, aunque ganó Fajardo, se destacó Carlos Amaya. Esas tres revelaciones son lo más importante de esta consulta.
JMO: Lo de Francia Márquez fue la gran sorpresa, así como lo de Barguil y Amaya es el palo dentro de la Coalición Centro Esperanza. Yo he tenido dudas al respecto, porque he vivido este proceso. ¿Hasta dónde estamos a través de las coaliciones asistiendo al germen de nuevos partidos políticos?
CC: Creo que es difícil una democracia sin partidos y de alguna manera siento que una parte de la intelectualidad colombiana ha destruido los partidos. Liberales y conservadores mantienen una posición importante en el Congreso y los liberales ahora son la cereza del postre, un lugar definitivo para equilibrar la balanza. El Partido Conservador con dos millones de votos en el Congreso no acompañó a su candidato Barguil. La derecha sigue manteniendo una posición importante con 70 senadores, solo perdieron 8. El cambio más grande fue en Cámara, las curules del Pacto y la coalición de izquierda son 26 y si a esto le suma la Coalición Verde Esperanza quedan con 41, un número inédito para partidos emergentes.
JMO: ¿La estrategia de coaliciones llegó para quedarse?
CC: Sí, llegó para quedarse porque la sociedad colombiana está fracturada, llevamos más de 15 años con más de 10 partidos, ya no volvemos a ver liberales con 52 senadores. Las coaliciones llegaron para quedarse.
JMO: También lo creo y al interior de esas coaliciones se gestan nuevas estructuras políticas. Hay cambios importantes y ayudan a agrupar fuerzas con todas las dificultades. Lo que se vivió en la Coalición Centro Esperanza era difícil porque no era homogénea como la de Petro o la de centro derecha y eso genera dificultad porque no había un líder. Esto va a dejar resultados. Acá hay una expresión clara de las realidades cambiantes en el país.
CC: Otra expresión es la decisión de la Corte Constitucional sobre el aborto. Eso es un cambio, si la opinión pública de Colombia no estuviera dividida los magistrados no tomarían esa decisión. Usted vio una primera reacción de los anti derechos pero la sociedad va decantando que los derechos de las mujeres llegaron para quedarse.
JMO: ¿Hasta dónde todo esto tiene su origen en la Constitución del 91?
CC: La Constitución del 91 fue redactada para destrozar a los partidos liberales y conservadores. Yo no me remontaría al 91 sino a que entre el 2006 y el 2018 la sociedad mejoró en todos los frentes. Tuvimos 9 años de tasa de desempleo en un dígito, los índices de seguridad siempre estuvieron bajando a pesar de los altibajos, pero del 2018 para acá hemos visto un deterioro de la sociedad. Hay una irrupción del populismo económico, Iván Duque está teniendo un gobierno populista sin responsabilidad fiscal, mejoramos y luego caímos y la gente lo va a pagar caro.
Las protestas de los estudiantes universitarios son porque en el 2018 el 53% por ciento de los jóvenes que terminaban el colegio podían aspirar a seguir estudios en educación superior, pero hoy la cifra está en el 48%. Lo que nos mató fue el gobierno de Duque que ha sido un desastre, de pésimos resultados. Escribí una columna en Portafolio y tuve un problema que fue reconocerle seis cosas buenas a Duque y me esforcé mucho porque sus políticas han sido desastrosas. Por donde mire la explicación de lo malo que pasa tiene que ver con las malas gestiones de un mal presidente.
JMO: ¿Eso no tiene que ver con el escenario latinoamericano que está en pleno declive?
CC: No soy experto en temas internacionales pero creo que nosotros tenemos nuestro propio proceso. Pongo el ejemplo de Belisario Betancourt, el presidente mas de izquierda que hemos tenido y era del Opus Dei, pero uno a Santos no le puede decir que es un tipo de izquierda. Acá el que ha gobernado ha sido el orden conservador, pero Petro representa una serie de preguntas a ese orden.
JMO: Cuando miro lo que ha sido Colombia desde el rompimiento de los radicales a finales del siglo XIX aparece algo que ha estado latente y es el espíritu frentenacionalista, pero eso se rompió.
CC: Lo rompe un presidente malo como Duque.
JMO: Ahora sí entramos en la campaña electoral. Está Petro que se dice siempre que ha alcanzado un techo y necesita ganar en primera vuelta, aparece Fico con un populismo de derecha que pega y un Fajardo que está cansado. ¿Hasta dónde veremos una pelea por quedarse por el centro?
CC: Falta tiempo. La derecha se está uniendo tras la decisión de Zuluaga, muy sensata, de renunciar a su candidatura y unirse a Fico, pero Rodolfo Hernández le disputa votos a la derecha y al centro. Lo siguiente es quiénes van a ser las fórmulas vicepresidenciales y tener en cuenta a dos actores políticos relevantes: César Gaviria y su partido, y Germán Vargas Lleras. Gaviria ganó en el Senado. Por su lado, Vargas Lleras vuelve a tomar control de Cambio Radical con la ida de Char. Entonces, son dos actores que pueden mover tres millones de votos. Hay que ver cuáles son las condiciones en las que el uribismo entra a la campaña de Fico.
Finalmente, toca tener en cuenta que el domingo cinco millones de colombianos no votaron en las consultas, es decir, no les gustaba ninguno de los quince candidatos que había. Además, va a ver un millón adicional porque para primera vuelta siempre hay más electores. Entonces, hay 6 millones de colombianos que aún no han tomado una decisión.
Los principales jugadores van a ser Petro, Federico, Fajardo y Rodolfo Hernández, en ese orden. Creo que Luis Pérez se retira y apoya al Pacto y John Milton Rodríguez se pega a Federico y queda la impredecible Íngrid Betancourt que siempre es misteriosa.
JMO: ¿El que tiene más posibilidades de crecer es Fajardo porque él puede captar el Centro?
CC: Creo que Fajardo tiene dificultades. Su primera tarea es limar asperezas dentro del equipo de él, sentar a Robledo con Alejandro Gaviria y convencerlos de trabajar juntos, y eso debe ocurrir esta semana y demostrar que sí son un equipo que pueden trabajar juntos. El mensaje que debe dar Fajardo debe ser que no solo él será presidente sino el equipo completo.
JMO: ¿Hasta dónde Alejandro Gaviria va a reconocer la dinámica de la Coalición?
CC: Vi los trinos de Alejandro Gaviria apoyando la victoria de Sergio Fajardo. Todos, menos Robledo, han comprometido su apoyo al ganador que fue Fajardo, por eso hay que sentar a Robledo. Fajardo debe consolidar su equipo, al final creo que el Liberalismo se va con Petro y Cambio Radical con Federico y lo que toca es buscar 6 millones de votos que no están asegurados. Nada está decidido.