El próximo miércoles 26 de abril se cumple un año más, el 33, desde que asesinaron a Carlos Pizarro en pleno vuelo de un avión de Avianca cuando viajaba a liderar una manifestación política en Barranquilla. Estaba recién llegado a la paz que había construido y firmado con su puño y letra. Venía de ser el comandante general del M-19 y acababa de convertirse en el candidato presidencial de una nueva esperanza política que surgía de la paz.
He decidido organizar un homenaje de desagravio a la memoria de Carlos.
El homenaje, esta vez, es de desagravio, porque quien hoy ocupa la presidencia de la República le ha dicho al país mentiras que desfiguran la verdadera historia de Pizarro. Cuando se ha referido a Carlos Pizarro, Gustavo Petro miente sobre su vida, sobre los rasgos de su carácter y sobre su legado auténtico a la paz de Colombia.
Petro se ha empeñado en repetir que Carlos era el jefe del ala guerrerista, militarista e irracional del M-19 y que fue él -Petro- quien, como líder del ala pacifista, política y racional, tuvo que convencer a Pizarro de hacer el proceso de paz. Palabras más, palabras menos, Petro ha querido darle a entender al país que es a él a quien se le debe la paz del M-19 y que fue él quien tuvo que convencer a Pizarro de hacer la paz porque lo que Pizarro quería, realmente, era seguir haciendo la guerra para continuar con la obsesión violenta de tomarse el poder con las armas.
Miente Petro. Miente absolutamente.
Para empezar, porque al interior del M-19 los debates políticos nunca fueron asumidos en clave de corrientes guerristas y corrientes pacifistas. Nunca se habló de que hubiera líderes que encabezaran posturas de negociación de paz versus líderes que arrastraran a sectores internos hacia estrategias de guerra definitiva. Todo lo contrario: desde que Jaime Bateman le expuso al país la propuesta de paz, desde las circunstancias de la toma de la embajada de la República Dominicana en 1980, absolutamente todo el M-19, sin excepciones, asumió esa bandera como un propósito común. Y fue desde allí como toda la organización, en medio de errores y aciertos, de búsquedas y aprendizajes, fue construyendo su camino hacia la paz de 1990.
Petro ha querido darle a entender al país que es a él a quien se le debe la paz del M-19 y que fue él quien tuvo que convencer a Pizarro de hacer la paz porque lo que Pizarro quería, realmente, era seguir haciendo la guerra y, menos aún, una corriente que jamás existió.
Que no le quepa la menor duda a nadie y que nadie se deje engañar: el líder indiscutible del M-19 que abrió el proceso de paz aquel 10 de enero de 1989 fue Carlos Pizarro. Fue él quien estableció que se exploraran las posibilidades de paz con el gobierno del presidente Barco y fue él quien decidió que se establecieran las relaciones necesarias que condujeron a ese encuentro en el Tolima. Desde meses antes se adelantaron las gestiones necesarias que condujeron al documento histórico que firmaron Carlos Pizarro y Rafael Pardo ese 10 de enero de 1989.
_______________________________________________________________________________
Organizo este homenaje de desagravio a Carlos porque quiero reivindicar su nombre real en el proceso de paz y para que el país conozca, una a una, las mentiras que Petro ha dicho y escrito sobre Pizarro
_______________________________________________________________________________
Le organizo este homenaje de desagravio a Carlos porque quiero reivindicar su nombre real en el proceso de paz y porque me parece importante que el país conozca, una a una, las mentiras que Petro ha dicho y escrito sobre Pizarro.
Son tres las razones por las cuales lo hago y me parece que deben de quedar claras:
Primero, porque la admiración, la amistad y la hermandad que siento por Carlos hacen que las mentiras de Petro sobre su memoria me produzcan indignación. Carlos no sólo fue quien lideró la paz del M-19 sino quien pagó con su sangre el sello de su historia. Carlos fue un hombre grande. Un hombre de valía, de valentía y de palabra. Y siento el deber de hermano y de amigo de salir a reivindicar su memoria.
Segundo, porque pienso que pocas cosas le hacen tanto daño a los países como los engaños de sus políticos. Petro ha engañado al país sobre Pizarro y sobre su papel en la paz del M-19 y eso no es correcto ni con el país, ni con Pizarro, ni con la memoria del M-19. Cuánto daño han causado a lo largo de la historia los megalómanos con pies de barro.
Y tercero, porque mucha gente me pregunta con frecuencia si es cierto que Petro fue el verdadero líder del M-19 y si es cierto que el ideario del M-19 se parece a lo que Petro está haciendo en el gobierno.
Como estoy convencido de que no, de que eso no es cierto, le hago este homenaje de desagravio a Carlos.
Los espero este miércoles 26 de abril, a las 8:00 pm, en www.noalineados.com
