No hay algo que cause mayor desconfianza e incertidumbre en la ejecución de un gobierno que la crisis en su comunicación interna y aún más, externa, hacia la opinión y el país en general. Y Petro no es la excepción.
Al presidente Petro, al parecer, este tema de la calidad en la información oficial y lo que implica no ha sido prioritario, o, en su defecto, sus funcionarios de equipo a este nivel no han dado la talla.
Recientemente en la reunión cumbre de gobierno en materia de evaluación, realizada en Hato Grande, se comentó que se tocaría el área de comunicaciones, qué comunicar y cómo comunicarlo. Al parecer de este cónclave tradicional ya en los gobiernos, no quedó claro este delicado e importantísimo asunto. A pesar de que se afirma que se contó con la presencia de estrategas internacionales conocedores del manejo de la información de gobierno y la estrategia integral.
Lo cierto es que en este gobierno todavía no hay un modelo, un protocolo, un estilo y, lo más importante, un vocero oficial responsable de lo que se debe o no transmitir al país y en qué momento es más eficaz hacerlo.
Lo anterior ha creado, al parecer, un desánimo de los periodistas que cubren Palacio de Nariño y no solamente ellos, sino que además aquellos que tienen como fuentes los ministerios y entidades oficiales que encierran diariamente la dinámica noticiosa de las políticas en ejecución del presidente Petro.
Hay un ministro en este caos de ausencia de información oficial y de no saber a quién creer, que ya se ha merecido el sobrenombre de “bombero” o experto en apagar incendios.
Es así como la Revista Semana publicó de la siguiente manera para reflejar la ausencia total de una línea de comunicación que garantice solidez. “José Antonio Ocampo, el ministro ‘bombero’: así ha tenido que salir a apagar los ‘incendios’ del propio Gobierno”.
El artículo incluye algunas perlas en este sentido como: Ocampo tuvo que corregir lo que dijo el presidente Petro sobre el Banco de la República, la necesidad de emitir billetes y el cambio de algunos puestos dentro de la junta directiva. Belizza Ruiz, viceministra de Energía dijo que no habrá más exploración ni explotación de hidrocarburos.
Entonces, Ocampo salió a calmar las aguas. Gustavo Petro aseguró que el alza de la tasa de interés por parte del Banco de la República no controla la inflación.
El ministro Ocampo desmintió e invitó a los inversionistas a confiar en el país la propuesta del presidente de financiar la compra de tres millones de hectáreas de tierras por medio de Títulos de Deuda Pública (TES), el ministro aseguró que no es posible.
Y así podríamos enumerar día a día más y más grietas y hasta casi abismos en una lógica que debe existir en la comunicación de gobierno y que brilla por su ausencia en este primer mandato de la izquierda en Colombia.
La falta de elemental comunicación y de asumir un modelo o un estilo para informar, entre los ministros de estado, del presidente y sus funcionarios de mandos medios, de líderes del partido de gobierno y demás, está generando en el imaginario del ciudadano de a pie un no sé para dónde vamos, un a quién le creo y lo más preocupante una desinformación total que puede derrumbar fácilmente los esfuerzos sanos y positivos que se puedan estar haciendo y de los cuales no se sabe a ciencia cierta en donde están y para donde van.
Señor presidente Petro, al que no sabe informar simplemente otros se encargan de desinformar. Las contradicciones de sus funcionarios cuando entregan testimonios al país y que posteriormente deben ser rectificadas simplemente porque no son ciertos, pueden constituir una ola creciente que bombardea a su gobierno y una crisis de identidad.
Presidente Petro, comunique adecuadamente, de lo contrario sus proyectos se irán al abismo del desconocimiento de los colombianos, donde abunda el silencio y el diálogo de sordos.
También le puede interesar:
Primera contradicción abierta de Petro con el ministro Ocampo: el aumento de la tasa de interés