Como si se tratase de una novela de Kaliman sucede en Colombia con el candidato Petro. Desde que lanzó su candidatura hace 4 años y que repite ahora a manera de revanchismo contra quienes le impidieron llegar a la Presidencia y que de manera muy oscura y tenebrosa ganaron las elecciones de 2018.
Les voy a narrar al buen estilo de Doña Esther Sarmiento de Correa, una dama de voz gruesa y misteriosa que ponía a los colombianos a levantar el oído al lado de sus receptores radiales, que como decía la propaganda popular "Tarde o temprano, su radio será un Philips".
Aquel muchacho de descendencia pobre, pero fortalecido por una familia trabajadora, miraba al mundo con mucha imaginación y ya admiraba a Lenin, Marx y Stalin aquellos que marcaron la revolución rusa.
Pronto se enteraría de que su país era víctima de la indiferencia de los Gobierno de turno, pues godos y liberales se repartían el país y luchaban por la mejor tajada; eso hacía enfurecer a nuestro Petrosky Kaliman, que no dudó en integrarse en las filas del M-19 para luchar por su pueblo.
Petrosky tenía la mentalidad puesta en que había que comenzar una revolución pacífica desde los estrados del Congreso y poco a poco lo logró. Aunque no es de ojos azules como los de Kaliman, Petrosky ya planeaba cómo atacar a quienes le hacen daño al país y así lo hizo llegando al Congreso de la República.
Comenzó su lucha valiente señalando a quienes empuñaron con su poder, armas y militares incluso repitiendo Gobierno, dejando una estela de muerte con lo que se denominó "falsos positivos".
No le temblaba la voz diciéndoles de frente a militares y gobernantes quiénes eran los verdugos del pueblo. Por eso hoy en día que Petrosky está de nuevo en la contienda pública le llueven rayos y centellas de quienes denunció y puso en la picota pública. Este capítulo continuará... esperen para ver si el pueblo dice sí a Petrosky y lo eligen como su líder para el cambio.