Los incendios forestales, que tienen en Jaque a todo el país, es el resultado del desinterés de una política pública de orden nacional, regional y local, como lo demuestra la situación actual, con más de 30 incendios a lo largo y ancho de la geografía nacional, que pone a prueba la escasa reacción de nuestros cuerpos de bomberos, que van desde la falta de personal, hasta los elementos que se requieren para enfrentar esta clase de desastres.
Era una tragedia anunciada, desde el año 2023, con la llegada del fenómeno del niño, que provocaría un bajo nivel de los embalses a causa de la ausencia de las lluvias, pero nadie presto atención frente a lo que se nos avecinaba, y hoy lamentamos la tragedia, el incendio no solo lo sufre la fauna y flora, estas llamaradas han alcanzado al gobierno nacional, con la suspensión del canciller Álvaro Leyva por parte de la procuraduría general de la nación, en un caso relacionado con la contratación y escogencia de las empresas encargadas de la elaboración de pasaportes, medida que llevó al pronunciamiento del presidente Gustavo Petro, la cual consideró de persecución en contra de altos funcionarios de su gobierno, como una manera de apagar las llamaradas que agitan el panorama nacional, por los desaciertos en temas tan complejos en el país, como lo es la paz total, mientras los guerrilleros de las disidencias de las Farc, no solo realizan control social en las áreas rurales, ya en una clara demostración de poder, intimidan a los miembros de la policía nacional y exigen las vacunas a los comerciantes en regiones del país, como la ocurrida en Cumbitara en el departamento de Nariño, donde se muestra a través de videos a un grupo de disidentes motorizados, del grupo criminal de las farc, llegó hasta la estación de policías, preguntando por el comandante a cargo, y dejándole un claro mensaje, que quienes mandan en el territorio son ellos, lo que llevo al ministro de defensa nacional, el Doctor, Iván Velásquez, a desestimar el grado de amenazas, reafirmando la existencia de los hechos, pero tratando de sacarle leña al fuego, que produjo esta acción de los alzados en armas.
Un país en llamas, tanto a nivel político, como por los incendios, que llevan al lamento de la fauna y flora , que no escogió compartir con nosotros este pedacito de suelo llamado Colombia, donde una parada obligatoria en un semáforo, es aprovechada, para hacerse pedazos a tiros de fusil a escasos metro de estaciones de policías, y todo sigue normal, porque la regla es, perseguir a quien se atreva de hablar de justicia social, pero es señal de distinción, ser traqueto, mencionado por artistas del momento y pasearse por los salones donde se crean las leyes de un estado fallido, donde el que venga a gobernar, debe vestirse de bombero, para apagar los incendios que nacen cada minuto.
