La ETB será una papa caliente para el próximo alcalde de Bogotá. Ante el estado de destrucción en que la deja Petro, que lo llevó a maquillar y mentir con las cifras sobre resultados operativos, como lo demostré en columna anterior en las2orillas, ahora la Asamblea de Accionistas (83 % acciones de que la ciudad) aprobó la liberación de las reservas ocasionales para apropiación de dividendos extraordinarios por la suma de $404.203.718.674 ($113 por acción), seguramente para financiar el Metro, en el momento de peor desangre financiero de la compañía. Todo además conjugado con el pesimismo desempeño comercial compromete el futuro de ETB, una empresa patrimonio de los bogotanos que había sido siempre líder en mercado de las telecomunicaciones.
En ETB Petro había anunciado la entrada en operación de dos grandes proyectos comerciales. El 4G (internet de banda ancha) para servicios móviles, lanzado comercialmente en octubre de 2014, y el Proyecto N-Play, anunciado como "uno de los programas estratégicos de la Empresa, que tiene como misión mejorar la competitividad a través de la implementación de una oferta convergente banda ancha de alta velocidad, televisión y Voz IP”.
Los resultados de ambos proyectos lamentablemente han sido un total fiasco comercial. Lo deduzco de las cifras presentadas correspondientes al cuarto trimestre de 2014. El servicio de 4G móvil se lanzó en alianzas con Spotify (proveedora de música por Internet), Facebook y WhatsApp, con una fuerte oferta de servicios con datos en postpago y prepago, 60 outlets o tiendas de servicios 4G en Bogotá. Es decir, una estrategia comercial muy agresiva en su mercado natural de la capital, el más grande del país, donde ETB tiene más de 40 años de experiencia.
En materia de televisión y servicios convergentes, el informe de ETB diciembre 2014 indica que había cubierto el 50% de la ciudad con red de fibra hasta el hogar en 850.000 hogares. Sobre la base de esa infraestructura o autopista digital, ETB lanzó la oferta interactiva de televisión e internet de alta velocidad, con 63 canales estándar más 46 de alta definición, 30 de audio y velocidades de internet de hasta 150Mbps, oferta que en el papel era ganadora.
Pero a diciembre 2014 ETB solo tenían cerca de 20.000 clientes móviles y 18.000 clientes conectados con fibra. A la misma fecha se reportaron a la ANTV como usuarios de TV en Bogotá apenas 4,353 suscriptores de TV paga. Por su parte al cierre del primer trimestre de 2015, se reportaron a la ANTV 12,815 suscriptores en Bogotá.
Cabe destacar que la ETB a diciembre de 2014 contaba con 1.329.686 líneas telefónicas en servicio en Bogotá, de las cuales 483 mil son comerciales, 85 mil pertenecen a estratos altos (5 y 6), y 369 mil a estratos medios (3 y 4), o sea alrededor de 900 mil suscriptores con alguna capacidad de pago importante, además de 504.433 suscriptores de banda ancha en la ciudad. Esta era una ventaja sin igual en el principal mercado del país que debiera generarle de forma muy rápida al menos medio millón de usuarios de su red convergente por simple reconversión y mejora de oferta a su base instalada, y otro tanto de suscriptores móviles, integrándoles estos servicios con los que se pueden prestar con la red de fibra al hogar.
En el caso de televisión la realidad muestra que un crecimiento de escasos 8 mil suscriptores en un trimestre, llevaría más de 15 años para lograr el punto de equilibrio de medio millón de usuarios convergentes, sobre una red de fibra que para entonces ya puede ser obsoleta.
Los resultados demuestran que no se realizaron esfuerzos significativos en mercadeo para la obtención de usuarios, ni se recurrió acertadamente a competir con políticas agresivas en precios y servicio al cliente con el fin de obtener una mayor penetración de la red de fibra óptica en los hogares, ni se avanzó rápidamente en la sustitución gradual de red de cobre por la fibra óptica que iba a permitir eficiencias en costos con crecimiento y adecuado margen de rentabilidad.
El autor es profesor e investigador de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santo Tomás en temas de regulación de TIC y Minas.