Sin necesidad de apelar, por ahora, a la emergencia económica, ecológica y social el presidente Gustavo Petro lanzó un plan de contingencia para rescatar a los departamentos de Cauca, Nariño y Putumayo de la situación calamitosa generada por el derrumbe de un gigantesco tramo de la vía panamericana.
Anunció que el Gobierno nacional comprará cosechas y la producción lechera de la región para garantizar los ingresos de los productores y el abastecimiento de las regiones más pobres.
Simultáneamente, establecerá un corredor marítimo para el transporte de gasolina, una parte de ella facilitada por Ecuador le impondrá un control a los precios del gas propano, el de mayor consumo en más hogares de la región.
A partir de la atención del desastre la administración Petro espera impulsar programas de industrialización de procesos productivos y transición energética. En este último campo está contemplado el uso de energía geotérmica, aprovechando los volcanes del sur del país.
Petro abrirá un compás de espera de diez días para evaluar el impacto de la medidas y luego decidirá si es preciso declarar el estado de emergencia económica, ecológica y social.