Gustavo Petro viaja este sábado a la COP 27, la Cumbre del clima de Egipto, acompañado de una pequeña comitiva. Su intención es concientizar a las grandes potencias sobre la necesidad de preservar el Amazonas, ya que el pulmón del mundo está amenazado por carreteras, minería ilegal y otros fantasmas de la desforestación.
En este análisis de Alejandro Tena de Público.Es explica la relevancia de la cumbre:
El reto de evitar que el termómetro del planeta suba más de 1,5ºC está más lejos que nunca. Las políticas que los países han desplegado en el último año no están contribuyendo de manera determinante a rebajar la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera y, de seguir así, el clima global alcanzará el punto de no retorno. En ese contexto, los países llegan a la Cumbre del Clima de Egipto, la COP27, con mucho margen de mejora.
La forma con la que las Naciones Unidas analiza si los países cumplen o no son los llamados Compromisos Determinados a nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés). Estos documentos deberían de haber sido actualizados por todas las delegaciones que participan en el encuentro de Egipto. Sin embargo, sólo 22 de los 192 Gobiernos que ratificaron el Acuerdo de París han presentado nuevos documentos para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, según los datos recopilados por Climate Action Tracker. De esas naciones que sí han hecho los deberes, sólo una, Australia, habría incrementado la ambición de sus políticas para frenar la subida global de temperaturas.
La propia ONU, a través del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), ha sido contundente y ha instado a los países a comenzar a actuar. En un informe científico publicado en la semana previa al inicio de la COP27, la institución estimaba que con las políticas y los NDC actuales el planeta se habrá calentado a finales de siglo 2,8ºC. Los países, dice el organismo internacional, están muy cerca de incumplir el compromiso de París de mantener la subida de temperaturas por debajo de 1,5ºC y la mayor parte de hojas de ruta presentadas hasta la fecha "no son creíbles".