Desde hace algunas semanas rondan noticias que aseguran que actores porno son destacados estudiantes y científicos en distintas áreas, que iban desde la física cuántica hasta la biología molecular.
Pero exactamente en la que cayó Petro fue en la que aseguraba que el Niño Polla, un actor porno español, era José Manuel Velázquez, un prodigioso estudiante de física cuántica. Petro en su afán de atacar al gobierno actual ni siquiera se percató que en su camisa ponía Brazzers, —si no saben de qué trata esta página busquen en Google, como decía Fajardo—.
Sin embargo, más allá de la risa de este hecho, debemos analizar bien este fenómeno que está sucediendo a nivel global, pues según la consultora Gartner —en su informe Predicciones tecnológicas para el 2018— en 2022 la mayoría de los países occidentales consumirán más información falsa que noticias reales, ¿preocupante no? Pero es aún más preocupante que un líder político pueda caer en esta red de mentiras e incluso la difunda y potencie.
Es aún más inquietante que muchos ciudadanos ni siquiera desconfíen de noticias exageradas e inverosímiles, o incluso crean todo lo que difunde Petro, solo porque es él. Recordemos que él está acostumbrado a dar cifras que se alejan de la realidad.
No obstante, en esta situación también evidenciamos quién manda la parada a la hora de atacar. Me pregunto: ¿qué hubiera pasado si ese error hubiera sido de Peñalosa o alguien del Centro Democrático? Estoy casi seguro de que las redes hubieran estallado con tendencias y memes por doquier.
Parece que la "bodega de Petro" sí es efectiva cuando de desprestigiar se trata. Lastimosamente la doble moral se está convirtiendo en un tema de moda: "si me veo cool atacando al gobierno, pues lo hago".