Escribo esto antes de que se den a conocer los falsos reportes de Tibisay Lucena en donde dirá que millones salieron a votar su constituyente, ¿por qué afirmar de primerazo que son falsos? Por miles de reportes de empleados que revelaron presiones para votar, porque todos los candidatos a la constituyente hacen parte del oficialismo, porque no se permitió a la prensa acercarse a los centros electorales, porque no hay observadores internacionales a este proceso, que es irregular e ilegal desde su nacimiento.
Las artimañas del oficialismo venezolano para confundir la opinión son descaradamente cínicas: ubicar a los pocos asistentes a sus concentraciones en posiciones específicas que permitan tomas engañosas de cámara, mentir en televisión nacional inventando francotiradores que matan a decenas de asesinados durante las marchas; repartir comida en los centros de votación para que la gente haga filas y tomarles fotos como si fueran votantes, y además controlar quién vota y quién no con el denominado “carné de la patria”, el voto no es secreto, Maduro, Cabello y otro han salido por todo lado a decir que sabrán muy bien quién votó y quién no y tomarán las represalias contra quienes no lo hagan.
Pero no hay que cruzar la frontera para encontrar alguien quien busque artimañas para justificar las atrocidades que están pasando con nuestros vecinos. Basta mirar el Twitter de Gustavo Petro, en el que se leen joyas como las siguientes acompañadas de fotos donde aparecen nutridas filas de venezolanos:
- “Puesto de votación de Chacao, Venezuela. La amenaza de Trump y la quema de personas vivas sacó la población a votar?”
- “En Venezuela como en Colombia las gentes sencillas rechazan la convocatoria a la violencia como solución a sus problemas”
- “Este de Caracas, allí habita la clase media alta. Decidieron votar. Oportunidad no para la revancha sino para el dialogo y la apertura”
- “Trump prepara intervención, Uribe llama al golpe militar, Santos desconoce constituyente. Por qué no dejan que venezolanos decidan en paz?” (Retweet)
- “Nuestra Constitución le ordena a nuestro Presidente respetar la autodeterminación de los pueblos como nuestra política exterior”.
Una similar manera de pensar ha llevado a Venezuela a una polarización mortal. Por supuesto, en Colombia no sería posible aplicar el modelo de subsidios chavista pues no contamos con las inmensas riquezas petroleras de nuestros vecinos. Sin embargo, lo que sí puede pasar en caso de que llegue a la presidencia, disfrazado de moderno ecologista, alguien lleno de odio y con ideas económicas comunistas de la guerra fría, es que utilice el poder del estado para alimentar y crear odios entre diferentes sectores de la población; que destruya la economía lanzándose a una estatización desbordada de empresas privadas y público-privadas; que abuse de su posición para acaparar el poder y acusar de los más bajos crímenes a quienes no estén de acuerdo con él. Me temo que esto pueda pasar al ver el corazón de Petro tan cerca el modelo venezolano que aún en esta hora oscura se atreve a defenderlo, así sea de manera un tanto velada.
Claro, la solución no es Uribe ni “el que diga Uribe”. Petro y el expresidente son dos caras de la misma moneda, ambos son víctimas de la guerra, ambos tienen heridas sin sanar y están hambrientos de utilizar el aparato del estado para la imposición de sus modelos y sus rencores. Así haya que pasar por encima de quien sea.