Petro: ¿ahogándose en un vaso de agua?

Petro: ¿ahogándose en un vaso de agua?

¿Su gobierno del “cambio” está haciendo agua? Yo, que voté por él, creo que sí. ¿Pero por qué? Veámoslo a la luz del “Arte de la Guerra” de Sun Tzu

Por: ALFREDO ANTONIO DE LEÓN MONSALVO
marzo 22, 2024
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Petro: ¿ahogándose en un vaso de agua?
Fotografía: Canva

“Conoce al enemigo, conócete a ti mismo y tú victoria nunca se verá amenazada. Conoce el terreno, conoce las condiciones y tu victoria será total”.  Sun Tzu

¿Se está ahogando Gustavo Petro en un vaso de agua, y su gobierno de “cambio” está haciendo agua? Yo, que voté por él, creo que sí. ¿Pero por qué? Veámoslo a la luz del “Arte de la Guerra” de Sun Tzu, y de “las 48 leyes del Poder” de Robert Greene, libro considerado “El Nuevo Príncipe”.

Pero antes que todo, y una vez más, tal como lo hemos expuesto en diversos artículos tanto en LAS2ORILLAS, como en nuestro Canal https://www.youtube.com/@politicainformativa/videos - consideramos que Petro no es ni ha sido marxista, y menos aún, de corte leninista, como lo han querido hacer aparecer sus contradictores en el lado de la “derecha” colombiana. Si acaso, Petro no es más que un reformista liberal. Eso sí, con mucho sesgo personalista y algo de mesianismo, situaciones, que hoy lo están llevando a una crisis en su gobierno, con ondas repercusiones para el futuro de la izquierda, porque de fracasar, lo que viene es fascismo puro, y el cuento, de, “se lo dijimos, la izquierda no sabe gobernar”, tal como sucedió con el Cura Hoyos y su “bandola” en Barranquilla, donde se demostró desafortunadamente, que son “mejores” aquellos, que como los Char, “roban, pero hacen”.  

¿Sabía Gustavo Petro quienes se les venían encima contra su gobierno, y la fuerte reacción que iba a tener la tradicional derecha colombiana, caracterizada por ser cleptómana, violenta, asesina, racista, y profundamente clientelista en un Estado, que, como el colombiano, es mafioso? Si lo sabía, y de sobra. 

Si algo tiene Petro, es que, a través de sus debates contra el paramilitarismo y la corrupción en Colombia, investigó y estudió a fondo el carácter político del Estado mafioso colombiano, de tal manera que conoce a la perfección todos los subterfugios del poder en nuestro país, eso que en su momento Álvaro Gómez denomino “el régimen”. ¿Pero entonces, que le está pasando a Petro para que se esté ahogando en un vaso de agua?   

Según cuentan, Petro preparaba sus debates en el Congreso con sumo cuidado. Estudiaba, investigaba, confrontaba y hasta se asesoraba, por cierto, esto último es algo raro en él. Pero ese estudioso Petro como lo he dicho en varias ocasiones, al parecer, como que no tiene entre sus libros de estadistas a Sun Tzu, Maquiavelo, y no ha querido hacer caso de estudiar LAS 48 LEYES DEL PODER, libro que, si leyó exitosamente Juan Manuel Santos, a fin de llevar a “claudicar” a las fracasadas FARC.

Nos dice en “El Arte de la Guerra”, libro del siglo V antes de Cristo, el gran experto chino Sun Tzu, “que las guerras prolongadas agotan”, y todo parece que Petro sigue en campaña electoral y no se siente en gobierno, lo que le está llevando a un cansancio político que no vislumbra realizaciones de Estado. Es decir, obras públicas para mostrar. Cemento, en otras palabras, que es lo que le gusta a la gente. También recomienda Sun Tzu, que hay que dividir al adversario, enemistándolo, “Sembrando entre ellos las sospechas mutuas”, de tal manera que, “No permitas que tus enemigos se unan”, busca en ellos la “ruptura” y la “dislocación”. “Cuando las fuerzas del enemigo están dispersas, impide que se reagrupen: si están concentras, siembra el desorden”.

En lo antes citado, Petro lo que ha hecho hasta ahora, es unir al enemigo. Y ese enemigo, la oligarquía, el bloque de poder, el poder mafioso, el “régimen”, se ha caracterizado por centurias, en no dejar compartir nuestra historia con ninguno que no sea de su clase, y cuando ha sido lo contrario, los compra, los copta, o los mata.

Cuando Petro intentó dividir al “régimen” político, lo hizo con base en una alianza clientelista, otorgándole puestos y contratos a los Partidos Conservador, Liberal y la U, acción que estuvo en manos de su aliado clientelista Roy Barrera. Y, entonces, qué pasó.

Pues sencillamente, que dichos partidos están acostumbrados a pedir y exigir más de lo que estos están dispuestos a dar, y en la medida, que también se encontraron, que sus grandes intereses entorno al capital que siempre los ha financiado entraba en contradicciones con sus acciones, como son los grupos económicos del país, y concretamente, las EPS, prefirieron, como siempre, apostar por el capital en contra de cualquier bien intencionada política de cambio, y entonces se fueron al saboteo como práctica y acción de oposición, y al decir de Laureano Gómez en su momento contra el gobierno progresista de Alfonso López Pumarejo, han exclamado, “hay que hacer inviable el gobierno de Petro”. Y hay que ver como lo hacen, con el Partido verde de por medio, y hasta el “centrismo” de vergonzante de seudo “demócratas”.

“Si eres inferior en todos los puntos, has de ser capaz de esquivarlos, pues un pequeño ejército es una presa fácil para uno más poderoso”. Petro aquí falló. No esquivó al adversario, sino, que, sin la fuerza suficiente, especialmente, la de los medios de comunicación, se fue lanza en ristre a enfrentarlos, pero sin organización de mando político, y hoy está pagando las consecuencias, cuando carece de una eficaz campaña propagandística a su favor.

Un soberano debe contar con “generales competentes”, y la “prudencia” es una gran virtud. “La fuerza moral”, es una “fuerza extraordinaria”. “Pondera la situación, y luego, actúa”. Nos dice Sun Tzu, pero Petro carece de “Generales”, ni siquiera tiene Coroneles, ya que ninguno le acompaña en su gabinete, el cual, entre otras cosas, ya es hora que lo cambie en su totalidad.

Ni siquiera atino con los liberales seudo “progresistas” que, como Cecilia López Montaño, José Antonio Ocampo y Alejandro Gaviria, intentó atraer a su redil, y quienes, a las primeras de cambio, lo traicionaron y hoy son acérrimos contradictores de sus reformas. Por el lado de su partido político, el Pacto Histórico, ni hablar, esa colcha de retazos en donde abunda el oportunismo, la carencia de ideas y la ausencia total de liderazgo político, y quienes sus integrantes, no tienen ningún roce de atención con sus votantes. Vaya usted y pida una cita con uno de ellos, y vera que nunca serán recibidos, porque de clientelismo, no saben manejar ni una tienda de barrio.

En el caso de LAS 48 NLEYES DEL PODER, Petro no sabe “Ocultar las intenciones”. No revelar el objetivo de las intenciones, a fin de mantener desconcertado al enemigo, de eso Petro no sabe cómo actuar, es de los primeros en contar lo que quiere hacer, y esto se complica, cuando “Decir menos de lo necesario” no es de por sí su cualidad, ya que “cuanto más se dice, más ordinario se parece y menos se controla la situación”. “Ganar a través de la acción, nunca de la discusión”, ya que, si tú estás en constante discusión, causas “resentimiento y animadversión”, y eso es lo que constantemente está haciendo Petro, ganando enemigos a la topo tolondra, y, por ende, enredándose en minucias que no vienen al caso. Como, por ejemplo, causar todo un debate con la “reforma a la salud”, cuando una simple “junta de cuentas” hubiera sido necesario para controlar el dinero público que se le entrega a las EPS y no armar el samba palo que hoy se le ha hundido.

A Petro le quedan escasos dos años y medio, tiempo suficiente para que gaste su capital político, pero no jalándole el balcón, al samba palo, a la chusma, a la discusión estéril, sino para que ponga a trabajar a un nuevo gabinete en gastarse los recursos públicos en obras visibles en las grandes ciudades, y que no le pase lo de Mockus, donde en su primer gobierno no hizo nada, y fue Peñalosa el que levantó a Bogotá a cemento.

Petro olvida, que Colombia es un país urbano, que cuenta con una seudo clase media arribista, la cual en Bogotá le dio una patada a Gustavo Bolívar en las elecciones para alcalde, y con lo cual le envío un mensaje al mismo Petro, diciéndole, “nosotros, equivocados o no, somos los que elegimos”, y no la “chusma” que dicen ustedes.

Y si algo debe tener presente Petro, es que en la política no hay amigos, hay intereses, y que, en materia de dominio ideológico, mentiras, pero dominio sobre las masas, la derecha le lleva años luz de ventaja a una izquierda que sigue siendo habladora y nada concretizadora. No estamos para experimentos, estamos para realizaciones concretas sin sobresaltos, pero aún así, hay tiempo y espacio, el merito está en saberlo entender y aprovecharlo.

Por otro lado, Petro debe entender de una vez, que en Colombia la paz pasa por el narcotráfico, y este a su vez, por el gran consumo, que incluso se da, en los baños del Capitolio de los Estados Unidos. En ese sentido, sentarse con mafiosos e ignorantes, tipo un tal “Mordisco” y el bandido ELN, no tiene ningún sentido, ya que, al fin y al cabo, son bandidos, que, por cierto, se han constituido en la mejor excusa del régimen colombiano para mantenernos en una guerra permanente sin sentido, en donde la represión va de por medio.

Petro, ten presente a Maquiavelo cuando te dice en El Príncipe, que, “un Príncipe para mantenerse en su trono, no necesita de virtudes, sino, que su espíritu ha de estar dispuesto a tomar el giro que los vientos y las variaciones de la fortuna exijan de él”.      

¿Y, a todas estas, por dónde carajos anda la flamante vicepresidenta?

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