Ya lo vivimos en la época del plebiscito, de igual manera en las elecciones, cuando los medios de comunicación masivos y las redes sociales cumplieron un papel fundamental en el resultado, desinformando a la opinión pública y dejando secuelas que hoy vivimos, contribuyendo a la polarización extrema del país.
Para esta época, estos medios y las redes sociales se llenaron de publicaciones mentirosas y tendenciosas, que lo único que buscaban era favorecer a sectores políticos, y desdibujar una realidad a través de estas herramientas, que hoy, lamentablemente, continúan siendo utilizadas con estos propósitos, atrayendo incautos alejados del análisis y de los contextos.
El departamento del Cauca, principalmente su capital Popayán, viven casi dos semana de manifestación indígena en la vía Panamericana, que se ha efectuado, lamentablemente, a través de las vías de hecho, taponando este corredor internacional que une el resto del país con el sur del continente.
Sobre este aspecto, es triste observar cómo existe tanta desinformación, aunado a un terrorismo informativo parcializado, rayando en la ignorancia en los temas del accionar estatal, del alto gobierno, del departamento y de los municipios, pues, pretender que, por ejemplo, la Gobernación disipe la legítima protesta en esta vía nacional a través de la fuerza, no solo es un acto irracional, con fuertes consecuencias, sino que es el desconocimiento de cómo funciona el Estado, sobre todo, teniendo en cuenta la Constitución del 91.
Es por eso que, de parte del departamento, con la colaboración del Ejército, la Policía, los municipios de Morales y Suárez, se ha tomado la acertada determinación de hacer prevalecer lo que se ha denominado como el corredor humanitario, que es la vía del departamento ubicada en estos municipio, que cuenta con 87 kilómetros pavimentado, y los restantes, ya se encuentran el página del Secop para ser adjudicados y completar el tramo.
Infortunadamente el clima también se ha sumado a la situación, generando dificultades que han sido bien sorteadas por las comunidades agolpadas en la vía, la Secretaría de Infraestructura departamental con maquinaria amarilla, los municipios y la Fuerza Pública, colocando todo su esfuerzo y voluntad para sortear estos impases, lo que ha permitido que, de acuerdo al último reporte de la Policía, hayan transitado por esta zona: 4.019 vehículos de carga; 1.314 vehículos de pasajeros; 1226 vehículos particulares; 47.985 personas movilizadas; 37.940 toneladas.
Es por eso que en cuanto a las necesidades básicas de los habitantes de la capital caucana, hasta hoy, no se ha sufrido es desabastecimiento, como lo han identificado los medios que han hecho un juicioso ejercicio periodístico, informando sobre la situación, pero también la cara de los grandes esfuerzos que se hacen para que prime la tranquilidad.
Por otro lado, es importante recordar que las peticiones de los indígenas, de acuerdo a su origen no son las mismas, lo que complica el escenario, ya que en ellos también existen profundas divisiones, por lo tanto es ilógico pretender que como se dio en el Huila, en el Cauca, donde está el ala más radical de la etnia, se pueda sortear el tema con facilidad, cuando la máxima premisa para estos, no depende del gobierno departamental, sino de su solicitud de la presencia del primer mandatario de los colombianos.
