Pescado envenenado: lo que deja tras de sí la minería de oro en el país

Pescado envenenado: lo que deja tras de sí la minería de oro en el país

En Colombia, la minería del oro ha sido incluida como uno de los motores que impulsan el desarrollo económico. Pero tras de sí deja destrucción y crisis social

Por: Andrés García
marzo 15, 2022
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Pescado envenenado: lo que deja tras de sí la minería de oro en el país
Foto: Wikimedia

Mucho ojo mi gente que quieren envenenarte la cabeza

Con pescao malo en la mesa

Pero eso a mí no me estresa

Ojo mucho ojo que el tráfico de influencias

De gente que sin decencia

Quieren verte en decadencia

Pescado Envenenado. Choc Quib Town

El mundo no fue una excepción al considerar el oro como un elemento de máximo valor, sus propiedades físicas, su resistencia al fuego y sobre todo su brillo han hecho de este metal el más preciado en muy distintos tiempos y lugares, su posesión ha sido siempre muestra de una riqueza sólida y perdurable; tomado de: El oro como elemento de prestigio social en época ibérica. En la actualidad este elemento ya que tiene diversos usos industriales entre ellos se destaca su uso como conductor eléctrico en computadores y teléfonos inteligentes; también es empleado como artefacto de lujo para las personas, transacciones y reservas económicas de recursos tomado de: 'Minería de Oro: tecnologías de extracción, ventajas y efectos'.

En Colombia, la minería del oro ha sido incluida en el marco de la política económica como uno de los motores que impulsan el desarrollo económico del país. El marco normativo se fundamenta en la Ley 685 de 2001 que constituye el Código de Minas y se soporta en los Decretos 2041 de 2014 (Reglamenta el Titulo VIII de la Ley 99 de 1993, sobre Licencias Ambientales) y Decreto 1076 de 2015 (Único reglamentario del sector ambiental). Sin embargo, debido a la baja gobernabilidad que ejerce el estado colombiano en algunas regiones del país, los procesos de legalización de la minería han impulsado el crecimiento de la minería ilegal. Tomado de 'Minería de Oro: tecnologías de extracción, ventajas y efectos'.

En 2014 la producción de oro alcanzó una cifra de 2860 toneladas en el ámbito mundial, dejando una ganancia promedio de 100.000 millones de dólares para ese año (World Gold Council, 2018) y como  es conocido por todos, la empresas mineras en Colombia son de otros países como es el caso de la empresa Gran Colombia Gold. que aumentó un 17 % la producción de oro en Antioquia y como aparece en la revista Portafolio: “A fines de junio de 2021, teníamos una posición de efectivo cercana a los US$57 millones y los montos de capital total de nuestras Obligaciones Negociables Oro y Obligaciones Convertibles en circulación se redujeron a US$19,75 millones y CA$18 millones, respectivamente” y continua: Así mismo, subrayó que la multinacional minera, que cotiza en la Bolsa de Valores de Toronto (Canadá) está satisfecha con el progreso en cuanto a producción en la primera mitad de 2021, incluida la finalización con éxito de la adquisición del Proyecto Toroparu (Guyana) y los resultados de perforación de los programas de exploración en la operación de Segovia-Remedios”.

Estos resultados contrastan con: La naturaleza dependiente del capitalismo y el sesgo exportador que se da en los países de América Latina, configuró una estructura productiva que da las espaldas a las necesidades de la mayoría de la población trabajadora, deteriorando la consolidación de un mercado nacional. El desarrollo técnico que se introduce en la gran minería de oro destruye formas de trabajo de la minería tradicional al acaparar tierras de campesinos y comunidades rurales que son concesionadas a las multinacionales, además, las empresas mineras generan poco empleo y obtienen altos estándares de productividad combinados con una gran explotación tanto de los recursos naturales como de la fuerza de trabajo. tomado de: Cambios y permanencias en el mundo del trabajo: un abordaje desde la economía política crítica al caso de la Gran Minería de Oro en Colombia.

El uso indiscriminado e incorrecto de sustancias tóxicas como el mercurio y el cianuro; la cianuración y la amalgamación son técnicas que se emplean frecuentemente para la extracción del oro y otros metales, debido a su alto nivel de toxicidad para el ser humano y otros seres vivos. Tomado de: 'Minería de Oro: tecnologías de extracción, ventajas y efectos'.

En 2016 se estimó un vertimiento de 183 toneladas de mercurio al suelo y al agua, por beneficio de oro y plata, con información de 154 municipios ubicados en 17 departamentos, del total de toneladas vertidas, el 85 % corresponde al vertimiento por beneficio de oro. El mayor uso de mercurio por beneficio se encuentra en los departamentos de Bolívar (304 toneladas), Chocó (195 toneladas) y Antioquia (170 toneladas) (MinAgricultura, 2012). Las subzonas con mayor afectación de vertimiento de mercurio al suelo y al agua son: directos al Magdalena (Brazo Morales), río Guáitara, río Mira, Bajo Nechí, río Cimitarra y otros directos al Magdalena, río Iscuandé, río Telembí. Tomado de: http://documentacion.ideam.gov.co/openbiblio/bvirtual/023080/ENA_2014.pdf

Y se debe tener en cuenta que los lugares con altas concentraciones comprobadas de mercurio son fuentes importantes de dispersión del mercurio en los sistemas acuáticos y contribuyen a la contaminación por metilmercurio que es mucho más tóxico que el mercurio elemental y las sales inorgánicas. La contaminación alcanza los peces, la fauna y flora silvestres, con los efectos consiguientes en la vida de miles de personas, tanto de las que participan directamente en las actividades. Tomado de: El mercurio como contaminante y factor de riesgo para la salud humana.

Pero un dato que cobra más relevancia es: “el abastecimiento de agua potable en el sector rural colombiano, no supera el 35 %, la cobertura de sistemas de alcantarillado es inferior al 15 % y el porcentaje de las aguas residuales domésticas que son vertidas a las fuentes receptoras sin tratamiento alguno en el país es del orden del 60 % en términos de caudal tratado y –peor aún– cercano solo al 15 % en porcentaje de carga removida. A eso se le debe sumar un alto porcentaje de agua de diferentes industrias que son vertidas sin el tratamiento adecuado a las mismas fuentes receptoras y toda la escorrentía difusa contaminada que drena en época de lluvias desde las zonas agrícolas, urbanas y mineras a los ríos, lagos, lagunas y embalses del país. Hay un desconocimiento grande del alcance del problema de la contaminación hídrica que se traduce en falta de conciencia de la población y de sus gobernantes. http://documentacion.ideam.gov.co/openbiblio/bvirtual/023080/ENA_2014.pdf

Es por esto que artículos de investigación refieren “Colombia es aún un país rico en recursos hídricos en donde la oferta hídrica del país supera los 68 metros cúbicos por habitante por día, la escorrentía que drena fuera del país al océano Pacífico, el mar Caribe y los ríos Orinoco y Amazonas supera los 64.000 metros cúbicos por segundo. Incluso, las reservas permanentes de aguas subterráneas muchas no explotadas– superan los 5000 kilómetros cúbicos.

No obstante, a pesar de la riqueza en la cantidad de agua, paradójicamente los problemas de contaminación hídrica son severos, limitando efectivamente su disponibilidad para diferentes usos, generando impactos adversos en el medio ambiente y consecuencias graves en salud pública, como lo reportó el Instituto Nacional de Salud en el cual menciona: “Los resultados del análisis exploratorio de la distribución de la mortalidad materna y de la mortalidad por enfermedad diarreica aguda en la niñez según la gradiente de acceso a agua presentados para el periodo 2012–2016 se produjeron en promedio 4,9 muertes por cada 100.000 menores de 5 años, presentándose la mayor carga de mortalidad en los municipios con condiciones sociales y ambientales más precarias, siendo evidencia importante del vínculo que existe entre las desigualdades ambientales relacionadas con el acceso a agua y las desigualdades en riqueza, pues ambas reproducen patrones similares de desigualdad en salud en todas las escalas territoriales en Colombia. (MinSalud, 2018).

Pero porque esto nos debe juntar, como lo señaló el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) alrededor de las tres cuartas partes de la población nacional habitaba en 995 municipios con índice de escasez hídrica mínimo o no significativo, mientras que la cuarta parte restante de la población lo hacía en 95 municipios con índice medio, medio alto o alto de escasez hídrica.

En el estudio Nacional del Agua 2018 también señaló que 391 cabeceras municipales, donde se asientan cerca de 7,8 millones de habitantes, presentan susceptibilidad a sufrir desabastecimiento de agua potable a causa de la temporada seca, e indicó que las cabeceras de Valledupar, Riohacha, Santa Marta, Armenia, San Andrés, Bucaramanga, Sincelejo e Ibagué "son de especial interés, dado que son ciudades capitales de departamento y, por tanto, concentran la mayor cantidad de población y actividades socioeconómicas" (Ideam 2019, 311).

También estableció que 308 de tales cabeceras (79 %) se concentran en el Área Hidrográfica Magdalena-Cauca, seguida del área hidrográfica Caribe, donde se localizan 40 cabeceras (10 %). https://cta.org.co/descargables-biblionet/agua-y-medio-ambiente/Estudio-Nacional-del-Agua-2018.pdf?

En todo el mundo, más de 2,800 millones de personas sufren la escasez de agua potable adecuada para consumir al menos un mes del año y se prevé que el problema de un suministro insuficiente de agua potable segura empeore en un futuro cercano debido al cambio climático, el crecimiento de la población y el incremento de la demanda, en particular, del sector agrícola y minero en Colombia, por lo tanto es incomprensible que la minería en Colombia sea un motor de desarrollo, ya que al igual que el café, petróleo, caña de azúcar y demás, mantienen las ganancias concentradas en pocas manos, acapara tierras, destruye la biodiversidad y para colmo daña nuestras fuentes hídricas provocando escases y daños severos contra la salud, de allí que no se entiende porque es un motor de desarrollo.

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