El honorable fiscal general saltó al estrellato de la polémica luego de los audios que reveló el fallecido controller, Jorge Pizano, en donde lo involucran directamente. Luego de esto, miles de ciudadanos decidieron marchar en las principales ciudades de Colombia exigiendo la renuncia de Néstor Humberto Martínez. Sin embargo, otras personas decidieron investigar más a fondo y así interponer demandas en contra del fiscal.
A inicios del presente año, el jurista, profesor y columnista, Rodrigo Uprimny Yepes, junto a varias personas, interpusieron una demanda ante la sección quinta del Consejo de Estado. En la demanda piden la nulidad electoral de Néstor Humberto Martínez Neira, alegando que “El señor Martínez Neira omitió manifestar a la Corte Suprema de Justicia, órgano elector, que tenía conocimiento (...) de información grave y relevante sobre el escándalo de corrupción de Odebrecht, el involucramiento de empresas y personas a las que él había representado y el conflicto de interés probable y aparente en que estaba incurso”. Luego de que los demandantes interpusieran un recurso de súplica, la demanda fue rechazada por la máxima autoridad de la jurisdicción de lo contencioso.
Un escándalo que puso a NHMN a dar explicaciones por Twitter fue el desatado el 12 de enero del año 2019, luego de que el reconocido periodista y columnista Daniel Coronell publicara en la revista Semana una columna llamada El fragmento perdido. El periodista argumenta que el fiscal general no envió los audios completos que hizo la DEA y que sirvieron como prueba para la extradición del exfiscal anticorrupción, Gustavo Moreno. Supuestamente, NHMN había enviado los audios incompletos a la Corte Suprema de Justicia y a la Sala de Investigación de Acusación de la Cámara de representantes, ya que en dichas pruebas mencionaban al fiscal general y de alguna forma lo comprometía con el caso del “Cartel de la toga”. Como consecuencia de este hecho, se desencadenó un rifirrafe entre el periodista y el jefe de ente acusador. Pero como es común en Colombia, estos hechos no son investigados con rigurosidad e imparcialidad.
Para esas mismas fechas, el representante a la cámara por el partido Farc, Benedicto de Jesús Montenegro, junto a Seuxis Paucias Hernández Solarte, conocido como Jesús Santrich, demandaron a la Fiscalía General de la Nación, a cargo de Néstor Humberto Martínez. Ambos demandantes piden la libertad del exguerrillero, argumentando que ni el fiscal ni la Embajada de Estados Unidos han entregado verdaderas pruebas que demuestren que Jesús Santrich incurrió en el delito de narcotráfico. Santrich continúa recluido en la cárcel a la espera de esclarecer su caso.
El 26 de marzo del 2019, el senador Iván Cepeda interpuso una demanda ante la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes en contra de Néstor Humberto Martínez y del presidente Iván Duque. El congresista del Polo Democrático indica que ambos funcionarios “van abiertamente en contra del proceso y el acuerdo de paz. Se constituyen en una grave violación del acto legislativo 02 de 2017, que ordena a todos los funcionarios y a las autoridades del Estado cumplir de buena fe con lo pactado e implementarlo en esa misma forma”. A pesar de la reputación de la comisión, Iván Cepeda espera que se puedan implementar los acuerdos de paz sin obstáculos de ningún tipo.
Como resultado del caso Odebrecht y de más situaciones que involucran al fiscal, se produjeron masivas manifestaciones de ciudadanos que exigieron la renuncia inmediata de Néstor Humberto Martínez. Una de ellas fue la multitudinaria marcha al frente del búnker de la Fiscalía General de la Nación. ¿Pero por qué no se va el fiscal? ¿Por qué ninguna demanda afecta a este personaje?
Néstor Humberto Martínez Neira parece tener inmunidad. Él ha sido abogado en varios pleitos importantes, como el lío en los años noventa entre la familia Gilinski (Martínez en representación de los Gilinski) y el sindicato antioqueño, ahora llamado Grupo Empresarial Antioqueño. También fue ministro de justicia en el gobierno de Ernesto Samper, embajador en Francia y candidato a la alcaldía de Bogotá. El fiscal general está relacionado con toda la clase política clásica.
Posteriormente, NHMN se alejó de los puestos públicos por un tiempo y decidió enfocarse en el bufete de abogados Martínez Neira Abogados, una de las firmas más reconocidas del país. Con esta firma, el jefe del ente acusador asesoró muchas compras bancarias de varios empresarios del país. En esas asesorías fue que conoció y pudo trabajar con el magnate Luis Carlos Sarmiento Angulo. La cercanía con el multimillonario fue tanta que NHMN fue nombrado en la junta directiva de la Casa Editorial El Tiempo.
Es evidente entonces que nuestro fiscal general tiene el apoyo de los políticos de antaño, de los empresarios más ricos del país y de uno de los medios de comunicación con más trayectoria del país: El Tiempo. Por esta razón, no avanza ninguna demanda en su contra. Además, los medios de comunicación presentan suavemente cualquier noticia donde esté involucrado el fiscal.
A Néstor Humberto Martínez le queda poco tiempo en el cargo. Creo que esa es la única opción a la que podemos aferrarnos los que queremos que ese personaje se vaya para que deje de favorecer a los empresarios y políticos corruptos a los que ha asesorado durante toda su vida como jurista. El fiscal no se va a ir del cargo, pero aún queda la esperanza de poder investigarlo y si se encuentra culpable, judicializarlo. Este utópico escenario sería posible solo cuando Martínez Neira se aparte de la honorable Fiscalía General de la Nación.