Perú, como Colombia y otros países con playas continentales en el océano “descubierto” por Balboa, está ubicado en el Cinturón de Fuego del Pacífico, región de gran actividad tectónico-volcánica. El país inca tiene más de 400 volcanes, entre los cuales están el Sabancaya, el Misti, el Ubinas, el Huaynaputina, el Ticsani, el Tutupaca y el Yucamane, los cuales pueden explotar como lo han hecho otros como el Popocatépetl, el Kilauea o el Nevado del Ruiz.
También, dicho sea de paso, hay un volcán social y político al parecer a punto de estallar. Ya hay muertos y heridos en las protestas por la democracia. Por eso podemos asegurar que Perú está a punto de “perupcionar”.
Cierto que el profe Pedro Castillo cerró el congreso, pero los antecedentes indican que no había mucho de dónde escoger.
Varias intentonas de destitución se dieron. Por ejemplo, en abril de 2022, una vicepresidenta del congreso peruano, la derechista Patricia Chirinos, presentó una acusación contra el presidente Castillo para sacarlo del poder. Otro punto crucial es que el profe debía asumir como presidente de la Alianza del Pacífico, pero el legislativo peruano le prohibió ir a México a recibir la batuta de mano de Andrés Manuel López Obrador, el popular AMLO. Por ello, el mandatario azteca anunció la suspensión de la cumbre, que debía tener lugar en Ciudad de Méjico el 25 de noviembre del año pasado.
Y así. Antes de seguir, veamos unos datos puntuales.
La república peruana tiene unos 34 millones de habitantes. Es un poco más grande en territorio continental que Colombia, con el que tiene una larga frontera de unos 1.626 km, en su mayor parte el río Putumayo. El nombre Putumayo proviene de dos palabras quechuas: putu, vasija de frutos, y mayu, río. Significa algo así como "río que nace donde crecen plantas de frutos utilizados como vasijas".
Urbes con más de una millonada de almas: Lima, la capital, con unos 10 millones. Le sigue, a tiro de piedra, el puerto marítimo de Callao, con 1.2M. Arequipa, en el sur, 1.1M; y Trujillo, al noroeste, también con 1.1M.
Golpes militares y similares: de 1968 a 1975, tuvo la dictadura de Juan Velasco, que a su vez fue depuesto por otro golpe botudo dirigido por Francisco Morales, que rigió hasta 1980. En 1992 se dio el “fujimorazo” de Alberto Fujimori (con ascendientes de allá donde está el volcán Fujiyama). Fue otra dictadura. Blanda, como dicen. Pero eso sí, las balas siguieron siendo duras.
Volvamos al volcán…, digo, al asunto de marras.
Hay presiones por parte de México, Argentina, Colombia, Venezuela y Bolivia, a los que se acaba de agregar la nación del inmortal Pelé, el gigante Brasil.
¿Qué sucede ahora mismo en el Palacio de Taulichusco? Es toda una incógnita. A este palacio presidencial, los medios que sabemos lo llaman “Palacio de Pizarro” sin el menor pudor. El caserón lo ocupó en 1535 el depredador chapetón Francisco Pizarro, un barbachán cuya “conquista” debería ser sepultada por la inapelable sentencia de nuestra nueva real historia. Antes, el sitio había sido el domicilio del cacique Taulichusco. Durante el virreinato, fue conocido como Palacio del Virrey. Allí residieron los libertadores Simón Bolívar y José de San Martín y la mayoría de presidentes de la época republicana.
¿Qué aconsejar, si es que se puede hacer algo al respecto?
En calidad de metiche-consejero-internacional, recomiendo:
Primera iniciativa. Instalar un gobierno de transición, que debe convocar de forma inmediata a una asamblea nacional constituyente. La elección de sus miembros puede realizarse pronto, según la organización electoral peruana.
Segunda determinación. Aceptar una veeduría internacional de dichos comicios. De ninguna manera de la desprestigiada OEA.
Tercera medida. Detener toda aprobación de empréstito o megaobra durante el gobierno de transición. Tú sabes: la corrupción, la pesca en río revuelto, los avivatos neoliberales.
Cuarta decisión. Los peruanos deben organizarse de manera autónoma desde manzanas y veredas, eligiendo autoridades vecinales. Me explico. La sociedad inca se basó en clanes. El núcleo quechua era el ayllú. Los ayllúes se congregaban en grupos de diez para conformar una chunca. Una reunión de diez chuncas conformaba una pachanca (hey, borrachones, no es “pachanga”, sino pachanca). Diez pachancas constituían un unu, al mando de un sinche. El conjunto de los unus componía un suyu, dirigido por un cápac. Los suyus formaban el imperio bajo el gobierno del rey Inca. Pudo ser que los clanes o ayllúes residían en viviendas cercanas, especies de bloques manzanoides, lo cual de alguna manera respalda la idea de crear las unidades vecinales, o sea univelas. Una univela es un conjunto de viviendas aledañas que contiene entre 50 y 150 vecinos, y con base en estas organizaciones, se puede construir una vesinocracia. En el libro Referendo Vecinal ¡ya! amplío esta innovadora idea.
¿Qué pasará? Como todavía chilla un noticiero en la caja-maca-telebichor: noticia en desarrollo.
Un último apunte. Parece que el domingo 8 de enero el Atlético Yúnior de Barranquilla deberá jugar un amistoso frente al Alianza Lima, en la agitada Lima. Dios quiera que los tiburones puedan cumplir y regresar sanos y salvos. Si es que hay partido.
