En el año 2012 en una trascendental decisión, el Consejo de Estado determinó que “los animales al igual que las personas tienen una serie de derechos en los cuales se encuentran incluidos el de una muerte digna y sin sufrimiento”, así mismo señaló que los “órganos estatales deben velar por su cuidado y protección”.
Este fallo parece contrastar con la realidad de que solo el asfalto sería testigo de la crueldad como se apagan millones de vidas en las carreteras colombianas, muertes cargadas del máximo sufrimiento, agonía e indiferencia de los colombianos que en complicidad con autoridades y entidades pregonando por doquier “El respeto a la vida” se derrumba en una doble moral cuando no les importa la vida de los animales.
En vista que no existe estadística alguna por parte de las Entidades estatales, excepto para los semovientes, un grupo de ciudadanos realizamos un recorrido en la vía La caro – Puente Boyacá - Tunja donde se evidenció el atropellamiento de garzas, palomas, gatos y perros, en un solo sentido de la carretera, así mismo empleados de mantenimiento de la concesión nos manifestaron que en los últimos días en un tramo de 18 km se había enterrado una docena de animales, pero que la mayoría no los recogen porque no obstaculizan la vía.
De lo anterior podríamos concluir que en 85 km hay 24 animales atropellados por semana, lo que ponderando al año arroja la alarmante cifra de 1,248 vidas, es decir ¡casi 15 animales atropellados por kilómetro al año! y siendo muy conservadores porque un estudio más riguroso la realidad puede superar nuestra imaginación.
Curiosamente en el tramo Puente Boyacá – Tunja donde no hay doble calzada, no se encontró ningún animal atropellado, lo cual nos permite evidenciar el gran impacto que el desarrollo vial causa en nuestra fauna doméstica y silvestre, pero lo realmente increíble es la falta de acciones preventivas eficaces en infraestructura, señalización, tecnologías, campañas educativas, esterilizaciones, estadísticas y la misma inclusión en temas de seguridad vial como si lo hay en otros países latinoamericanos.
En España un estudio avalado por la Dirección General de Transito ha encontrado una cifra de mortalidad de 30 millones de vertebrados atropellados por año en las vías de ese país con la siguiente distribución:
Si tenemos en cuenta tres cosas:
Primero, España tiene una red vial 165.593 kilómetros mientras en Colombia es de 166.500 kilómetros; segundo, que Colombia alberga una importante proporción de la fauna mundial; y tercero Colombia tiene 5,56 veces las especies que tiene España según la 'Evaluación de los ecosistemas del Milenio' realizada en 2005 por World Resources Institute en Washington D.C.
Las cifras pueden ser alarmantes y aunque se deben analizar muchos aspectos más como el tráfico automotriz, las velocidades, los hábitats, las migraciones, Etc., pero unos millones más o unos millones menos que los de España, no cambia el hecho de que estamos impactando de una manera irreversible la fauna mundial en las carreteras de Colombia, por lo cual es hora que la sociedad y las autoridades empiecen a tomar en serio la vida de los animales como actores reales en los temas de seguridad vial.
En Italia los conductores o cualquier persona que vea el animal accidentado están obligados por Ley a socorrer los animales atropellados llevándolos en su vehículo hasta una clínica veterinaria, para ello tienen permiso de ir tocando la bocina y saltarse las señales de tránsito, como haría si llevara una persona abordo, con el fin de llegar lo más pronto posible para brindar la atención que requiera el animal, así mismo los otros automovilistas deben dar paso al vehículo, todo esto para lograr dar un trato digno enmarcado en una ética moral por aquellos otros seres sintientes.
Pero la seguridad vial para los animales no solo debe tener en cuenta al animal transeúnte, sino también a los animales que como miembros de la familia son transportados en los vehículos, los cuales requieren ir en condiciones que brinden condiciones de seguridad que salvaguarden su vida en caso de un accidente para lo que debería llevar cinturón de seguridad o guacal apropiado, así como tener en cuenta condiciones para evitar el mareo del animal, su equipaje y formas que eviten el escape de animales en las vías quedando expuestos a atropellamientos y causar accidentes muchas veces mortales.
El camino para lograr avances importantes en los temas de seguridad vial que incluya la vida de los animales depende mucho en este momento de la línea de acción que brinde el Ministerio de Transporte, la Agencia Nacional de Infraestructura, la futura Agencia Nacional de Seguridad Vial, Policía de Carreteras, Aseguradoras, Gobernaciones, Alcaldías, Transportadores, Concesionarios, Constructores y Consultores entre otros, para incorporar a los animales con estrategias contundentes en la mitigación acelerada, prevención y atención inmediata que en el peor de los casos brinde una muerte digna y sin sufrimiento a nuestra fauna cuando existan atropellamientos.