El periodismo es un oficio al que pocos se arriesgan. Hace 10 años se empezó a murmurar que esta profesión había entrado en decadencia con la evolución de la tecnología y la creación de nuevas herramientas que han transformado a los medios, dejando atrás la pasión y el profesionalismo que lo caracterizaba. Sin embargo, no hay que abrumarse con tan panorama desolador.
Para nadie es un secreto que hoy en día la inmediatez de la información ha provocado que esta sea un producto netamente comercial, sin indagar o analizar su propio contenido. El despido masivo de empleados en los grandes medios, como sucedió con Vice o El Tiempo, se convirtió en algo rutinario; tanto como el levantarse con un timeline lleno de noticias falsas para levantar clicks, con titulares que venden más que las pautas o con contenidos amarillistas que destilan sangre.
Hay quienes culpan a los propios medios, otros al oficio del periodista e incluso a los lectores. No obstante, considero que existe todo tipo de información para todo tipo de público, al alcance de la mano y pese a que las noticias light, que solo buscan tendencia, opaquen grandes trabajos periodísticos, es nuestro deber consumir información que fomente nuestro pensamiento crítico como lectores, que como medio de comunicación difundamos y volvamos a medir la calidad y competencia de la información y que como periodistas no prime el alcance económico de nuestra labor sino la responsabilidad social que tenemos al ejercer este oficio.
No basta recordar con melancolía a las grandes proezas del periodismo colombiano, si justo ahora tenemos a nuestro alcance una variedad de fuentes y medios para dar a luz a sus grandes ejercicios periodísticos, leer sus crónicas e indagar en sus reportajes. No basta con quedarse ahogados en con la información general, sino descubrir que el periodismo aborda grandes ramas, como sucede en materia investigativa y judicial.
Pero no todo está perdido y pese a que muchos entremos en consideración sobre la crisis de este oficio, existen valientes que se levantan todos los días para ejercer esta profesión con el corazón, haciendo reportería en las calles y dejando a un lado aquel mundo virtual en el que nos vemos cada vez más inmersos. Todavía existe en el país un oficio consciente de la responsabilidad que tienen sus letras, sus audiovisuales y sus demás trabajos, a pesar de todas las adversidades, aún existen medios que apuestan por una información veraz y de calidad, lectores que exigen una mirada crítica a la realidad y periodistas que dejaron al lado su espíritu carroñero y extractivista de información, para ayudar a construir la visión de país.
El periodismo investigativo y judicial es un gran ejemplo de cómo en Colombia se necesita dicha profesión para darle a conocer a las personas la importancia que tiene el conocimiento en materia constitucional, por ejemplo. No obstante, es nuestro deber seguir alimentando esta profesión de una visión crítica y que esté preparado a los nuevos retos y discusiones que se dan en la sociedad, ser competentes en estos ámbitos para así mismo fomentar una visión sólida a la sociedad.