Un total de 3.759 muchachos, la mayoría de ellos en condición de pobreza extrema, desaparecieron de la lista de los deudores morosos y podrán proseguir sus estudios y carreras sin estar encartados con deudas por $15.000 millones que quizá nunca podrían pagar. La decisión de condonar la deuda, como se denomina técnicamente, fue tomada por la Central de Inversiones S.A-CISA, una entidad vinculada al Ministerio de Hacienda que se encarga de recaudar las deudas del Estado.
El perdón masivo de obligaciones a estudiantes pobres no tiene antecedentes cercanos e la historia y se convierte en el cumplimiento de una promesa de campaña del presidente Gustavo Petro quien le delegó a Mauricio Toro, presidente del Icetex, la tarea de revisar con lupa 4500 créditos críticos que son impagable. El 60% son mujeres y el 40% hombres, que están clasificados en la encuestan Sisbén en los rangos de pobreza extrema y moderada. El 78% de todos ellos estaban reportados en centrales de riesgos, lo que dañaba su posibilidad de acceder a nuevos créditos.
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Nicolás Corso Salamanca, presidente de CISA, destacó que la decisión de condonar las obligaciones representa un gran alivio para familias que de otra manera no habrían podido resolver su difícil situación en los despachos oficiales. Para otros grupos del Sisbén están previsto condonaciones y rebajas que oscilarán entre el 60 y el 70 por ciento.
La Central habilitó líneas especiales para atender a quienes hoy se sienten asfixiados por sus obligaciones y aspiran a obtener una solución justa y equitativa.
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