Estoy por creer que desde que Moisés fue abandonado por su propia mamá en una cesta y tirado al agua para que se lo llevara la corriente... ya algo andaba mal en nuestra historia. Pero como estaba en la Biblia, lo leíamos y aceptábamos con reverencia y sin chistar.
Leíamos sobre infantes que eran sacrificados a sus dioses y que en las pirámides todavía existen los rastros de sangre... Abraham, patriarca de los patriarcas, casi acuchilla a su hijo y lo deja hervir en una zarza. En fin.
Me actualizo... leo en noticias internacionales:
—Cinco bebés muertos en una casa en Francia, uno en una bolsa, en el congelador.
—Mujer en España tira a sus dos hijos por una ventana.
—En Argentina cinco menores son asesinados a golpes, asfixia y estrangulamiento.
—En Pakistán, hombre le corta las orejas y la nariz a su esposa y mata a su bebé.
—En Francia, mujer asesina a sus ocho hijos y los guardaba en bolsas.
—En España, marido asa a sus hijos en una hoguera.
—Médico dispara a su hija de 12 años y se suicida.
—En Rusia tiran unos bebés a los puercos.
—En Georgia asfixian bebés llenándoles de ceniza la nariz y la boca.
—En Japón nos escandalizamos con narraciones de casos en lo que se matan bebés recién nacidos poniéndoles un papel mojado en la nariz y en la boca.
—Arabia: entierran viva en la arena a una recién nacida.
—Colombiano decapita su hijo.
En Colombia, el asesinato y el maltrato infantil ya se salieron de madre. Como afirma la directora del Instituto de Bienestar Familiar, Cristina Plazas, “el panorama es desolador” y la barbarie contra los niños ya es una constante. Niños desmembrados en La Vega, Cundinamarca (en las narices de nuestra ciudad), otro degollado por su propio padre en Dagua. En Florencia, Caquetá, cuatro niños asesinados a sangre fría. En Tuluá, un niño decapitado y desmembrado. En Barranquilla una mamá le inyectó raticida a su hijo de cuatro años.
Estas monstruosidades que suceden a diario, la aniquilación sistemática del planeta a causa del calentamiento global, los genocidios de EE.UU. cuando le conviene porque la guerra es negocio, el asesinato a mansalva de los soldados del Cauca, la locura de los islamistas radicales, el Mediterráneo convertido en el cementerio de las “razas inferiores”, la indiferencia absoluta de todos nosotros, ya degradados a humanoides porque perdimos el sentido.
Humanidad...
¿Será posible que retomemos valores? ¿Tendremos un futuro digno? ¿Qué clase de monstruos serán nuestros descendientes que heredan esta demencia individual y colectiva? ¿Lograremos practicar el “amaos los unos a los otros” y el “no matarás”? ¿O estas enseñanzas ya pasaron a la historia?
@josiasfiesco