¿Yo? pues nada. Estoy pensando en desarrollar un pseudónimo y hacer una especie de tira cómica sobre el teatro del absurdo que vive Colombia: el accidente en el túnel recién construido, en donde perdieron la vida ocho personas y quedaron heridas otras 33, era un accidente anunciado, pero nadie tiene la culpa, porque "el camión perdió los frenos...".
Hoy le pregunté a un preso que era un camionero profesional de 20 años, si había alguna excusa para que un camión de 18 llantas perdiera los frenos así porque así... ¿saben qué me dijo?:
"sí, doctor, hay dos razones: la primera es que alguien quería matar al chofer y le dañó el sistema; la segunda, que el camión nunca recibió mantenimiento. Si hubiera ocurrido en un avión, este se habría precipitado a tierra y hoy habría al menos 200 muertos. La respuesta doctor, es que no hay excusa; un eighteen wheeler (18 llantas) es una máquina precisa y nosotros sabemos que antes de entrar al túnel, nos pasamos al carril derecho, bajamos la velocidad, prendemos las luces y tranquilos".
¡Pero este 18 wheeler iba por la izquierda a una velocidad ilegal y a última hora se dio cuenta que no tenía frenos y no tuvo más remedio que matar a todos lo que imprudentemente estaban delante de él!
Ahora resulta que están peleando entre el ELN y las FARC y se están matando entre sí —cosa que yo no tengo problema—, pero la gente humilde, los campesinos han salido a perderse, pues están cansados de morirse todo el tiempo. La solución es la de mandar un grupo negociador, para que maten menos gente.
La otra solución (porque siempre hay dos alternativas) es la de mandar todo el ejército colombiano a exterminar a los dos grupos, cosa imposible pues estos son más tenaces que Ho Chi Minh, o que los talibanes que sobrevinieron varias invasiones de potencias internacionales.
¡Que sea bienvenido el 2022!