El oficio de influencer es, actualmente, el más remunerado que hay en el planeta. Alrededor del mundo, las redes se han convertido en los nuevos medios publicitarios de las marcas, y el número de seguidores, además de seguidores que sigan lo que haces es lo más importante. Pues la Liendra, en Colombia, es de los más reconocidos.
Las marcas le pusieron el ojo después de crear contenido que se volvió viral y desde ese momento, la vida de Mauricio Gomez cambió drásticamente. Pasó de ser pobre a comprar comida de oro en Dubai.
Las excentricidades del influencer parecen como si fueran un alivio a toda la crisis que vivió durante su niñez, como él dice, hace todas esas cosas porque quiere, porque es su plata, etc… Pero, ¿es tan necesario hacer todo ese tipo de cosas para no perder el amor de los seguidores? Una cosa es hacerlas por satisfacción personal, y otra muy diferente para que todo el mundo las vea.
Fiestas con Karol G, Penthouse en el Poblado, Rolex de veinte millones. Ahora que La Liendra perdió su cuenta de Instagram, y no tiene un medio para mostrar su costosos lujos, al parecer le va a tocar cambiar las excentricidades y ahorrar por si no le devuelven su perfil.
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