Superadas las hipotéticas dificultades que se sucedieron el domingo, por fortuna, sin consecuencia alguna y que hubieran podido oscurecer la jornada, lo cierto o real es que, la suerte aún no está echada.
El panorama de hoy, como dicen mis paisanos: ‘la realidad política es al día siguiente’, nos indica que la contienda por la Presidencia de la República se inicia y el marcador comienza a abrirse, como quien dice, hagan sus apuestas, aunque mejor sería hagan sus reflexiones: el país nos llama y el futuro lo demanda.
Pero así se inicie hoy el plano de la realidad, de la de mayo, lo cierto también es que, también se debe aceptar la de hoy, que se puede dividir en varias fases: (i) el Congreso recompuesto da una amplia mayoría a la derecha y un gran margen de maniobra a la izquierda que, de unirse puede representar especial papel a la opción de no ganar su propia opción, sea o no Petro; (ii) Crecieron tanto el Centro Democrático como Cambio Radical; la U con gran pérdida, esperable y el partido Conservador, ganancioso por efecto de la consulta, con muy buena presencia; (iii) la abstención, si bien se mantuvo, cedió más frente a la consulta que frente a la integración de los cuerpos colegiados, Senado y Cámara, lo que indica que el pueblo se interesa más en quién sea su presidente, a pesar de lo cual, podemos decir que aún es robusta y, en mucho; (iv) existe mayor maniobra, de conservarse los datos contables, en un gobierno de derecha que de izquierda, incluidos los desplazamientos que, por conveniencia o estratega se observen en el posterior; (v) la izquierda con Petro se dejó contar; la adivinanza es si, inflado o no, llegó a su techo y puede desinflarse por el incremento de los votos de gente de otras corrientes, pero que ya ungido no seguirá ese mismo derrotero; (vi) la denominada derecha se expresó y en grandes proporciones con igual reflexión que la anterior, sin que se sepa a ciencia cierta a dónde irán esos votos, cuál su destinatario; (vii) el partido de las Farc, no solo por razón del retiro de su candidato a la Presidencia, no realizó especial papel y, por el momento hasta ahí llegará, obvio a salvo las curules de la Paz que, por supuesto no son de la contienda electoral, sino de la desactivación de la guerra que es diferente; lo que indica y, sin dubitación, que fue un Craso error pretender pasar de las armas a las urnas de manera directa, pues la sensación de la gente, como se escuchó, es que antes de justicia no hay política; (viii) los que acompañan a la izquierda de Petro incursionaron en política y, así ha de ser, recibieron la posibilidad de curules y, quedaron en punto exacto de existencia, es decir, en sus números. Sin embargo, es de resaltar su aparición en política con elementos de nuevo linaje, pero por supuesto, no alcanzan ni de lejos una mayoría como para integrar gobierno -si estuviéramos en el régimen parlamentario-; y, (ix) los verdes, que tuvieron un aumento significativo deben ingeniarse una acción que les permita, no solo aupar a su candidato, sino reabrir el debate de una coalición que conlleve una ampliación de su fuerza en el Congreso. Toda una curiosidad los resultados del domingo.
La izquierda con Petro se dejó contar;
la adivinanza es si, inflado o no, llegó a su techo
Y, señoras y señores, visto el resultado de las consultas y, el de los cuerpos colegiados, la conclusión sí es que hay más derecha que izquierda en el país; pero así mismo, baja la tendencia frente a los partidos políticos, pues las organizaciones políticas tradicionales han sido reemplazadas, pero solo en coyuntura: si se cambian los candidatos, se caen los partidos y debería ser al contrario: la permanencia de políticas que señalen a los candidatos.
Y, nos preguntamos por los candidatos que no estuvieron en las consultas, ¿qué pasó con ellos, dónde están? Ahora les corresponde meterse en el mar de las posturas de derecha o de izquierda para sobresalir o consolidarse. No se sabe.
Lo que sí se sabe es que inician la campaña, los votos pueden ser los mismos y, en demasía: puede suceder, vista así la contienda, que vayamos al otro extremo de la posición del péndulo, dígase derecha, la que no acepta la formulación de paz realizada por el gobierno que no la ha traducido socializado, que se siente traicionada por la sepultura oficial del NO ganancioso, el de octubre y, que cree que lo suscrito como paz no contiene la solución a los temas de justicia y víctimas sino que se centró en política y escaños. En todo caso, siguen las apuestas.
