Es posible que esta revocatoria sea una estrategia partidaria en pro de las elecciones presidenciales del 2018. El propósito sería la creación de un entorno político para beneficio de las contrapartes. En los comités Unidos Revocamos a Peñalosa y Revoquemos a Peñalosa, liderados por Sergio Fernández del Polo Democrático Alternativo e Inti Asprilla de la Alianza Verde. La revocatoria de Peñalosa inicia con una popularidad baja en la gestión distrital del primer año.
En consecuencia, los integrantes de los comités basaron sus propuestas en una polaridad arraigada a los cambios que afrontaba la ciudad. Los Progresistas y Polistas comenzaron la recolección de 271.818 firmas, equivalentes al 30 % de la votación obtenida por el alcalde en elección del 2105, exigidas por la ley constitucional. Sergio Fernández afirmó en una entrevista concedida: «El proceso de la revocatoria, en lo que respecta a la ciudadanía va muy bien. Logramos recoger las firmas, entregarlas y cumplir con todos los términos que exige la ley».
Sin embargo, las políticas distritales recibieron un respaldo de las ramas del poder público. Los debates y las audiencias públicas presentadas en el Congreso de la República, junto con el Concejo de Bogotá. Así como lo manifiesta Fernández «El consejo Nacional Electoral que es un órgano conformado por nueve magistrados, de los cuales ocho hacen parte del Santismo, del Uribismo y del Vargasllerismo. Está dilatando la revocatoria, llevando cinco meses con la ponencia de la revocatoria en la mesa y no han podido convocar a los Bogotanos para que acudan a las urnas».
Los debates presentados por los detractores de la revocatoria ante el congreso de la república, deroga un nuevo modelo económico y urbanístico alterno para Bogotá. El director de la fundación Azul Bogotá, Andrés Villamizar dijo: «Peñalosa ha sido un alcalde comprometido con el desarrollo de una infraestructura moderna… El plan de desarrollo de Enrique Peñalosa tenía unas fuentes de financiación, como por ejemplo la venta de la ETB, un cupo de endeudamiento y también por supuesto impuestos… Lo que él plantea y lo que le ha dicho a la ciudadanía es que, no había prácticamente estudios para hacer esas grandes mega obras que la ciudad necesita». Los partidarios defienden el modelo nuevo. La ciudad tiene una variedad de contratos a largo plazo. Los empresarios ambicionan un cupo de endeudamiento con gestiones privadas y lobby político enlazado con grandes grupos económicos.
Los grupos económicos amparan las campañas electorales de los precandidatos a la alcaldía. Así como lo describe el periodista de El espectador, Carlos Hernández Osorio en su artículo «Los financiadores de las campañas a la Alcaldía de Bogotá». Las empresas y los empresarios de la construcción son protagonistas en la financiación de los candidatos que puntean en la carrera por la Alcaldía de Bogotá. Los constructores reactivan los procesos de contratación, según como el alcalde elegido modifique el Plan de Ordenamiento Territorial, bajo los intereses de sus colaboradores en las campañas electorales.
La oposición encuentra una desventaja en la favorabilidad de estas políticas al margen de las curules derechistas y centralistas. El concejal progresista, Hollman Morris asegura: «El CNE y el Concejo de Bogotá son organismos que están presos de la clase política tradicional. Es la clase política que está detrás de los grandes escándalos de corrupción en este país, uno de los alfiles de toda esta clase política se llama Enrique Peñalosa. A él lo sostiene hoy, lo peor de la clase política tradicional en Colombia y son los que no han dejado que se desarrolle la revocatoria». Los representantes de cada comité hacen la invitación a los ciudadanos para una desobediencia civil y movilización nacional, como una estrategia para evitar la cooptación de todo el sistema político en Colombia.
Los precandidatos a la presidencia utilizan la revocatoria como un comodín, permitiéndoles apuntar en las encuestas y a sus objetivos de interés partidario. Sin embargo, Peñalosa recurre a la revocatoria como un caballo de Troya. Los empresarios congregan una nueva alianza con el candidato a la presidencia por el partido Cambio Radical. Este candidato a la presidencia tendrá que continuar con el modelo económico y urbanístico, actualmente implementados en la administración de Enrique Peñalosa. En resumidas cuentas, Peñalosa podrá dejar su cargo como alcalde si la revocatoria se lleva a cabo, pero aún continúan sus políticas vigentes en la ciudad gracias al apoyo de los poderosos empresarios y el partido político salpicado en los grandes escándalos de corrupción en Colombia.