A lo largo de la historia, la pena de muerte ha tenido un cambio trascendental, jugando un rol fundamental en los modelos sociales. La pena capital ha estado vinculada con la humanidad desde los principios mismos de la historia; pasando por todos los grandes imperios, que han formado el desarrollo histórico del ser humano, esta pena ha sido utilizada convirtiéndose en una solución real, para algunos delitos. De hecho, si nos sentamos a analizar la historia del cristianismo, el mismo DIOS al que se le brinda oración, también usaba esta pena. Probablemente muchos católicos apostólicos romanos ortodoxos, me tildaran de “joven satánico” tras mi anterior sentencia, pero antes de todo quiero que se tomen un segundo y se respondan a consciencia ¿Qué otro nombre puede tener el exterminio que hubo en eventos como el diluvio
universal o la desaparición del ejercito israelita?
En la actualidad, son relativamente “pocos” los países que aun mantienen esta práctica legislada. Bielorrusia, por ejemplo, aplica esta sentencia en casos de actos de agresión; asesinato de un representante de un estado extranjero o de una organización internacional con el principal motivo de crear tensiones internacionales de guerra; terrorismo internacional; genocidio; crímenes contra la seguridad de la humanidad; asesinato con circunstancias agravantes; terrorismo; actos terroristas; traición que resulte en la pérdida de una vida humana; conspiración para tomar el poder nacional; sabotaje; asesinato de un oficial de policía; uso de armas de destrucción masiva; y violaciones de leyes en tiempos de guerra. Hay que recordar, que este es el único país europeo que a la fecha del calendario mantiene esta normal penal. Este país de casi 10 millones de habitantes, ejecuta esta sentencia con un disparo en la nuca. En el SIZO número 1, la única cárcel habilitada en el estado para asesinar legalmente a sus ciudadanos. Otros países del mundo, como Estados Unidos, Japón e India, aun mantienen esta práctica. El caso de Japón, una de las potencias del mundo, solamente la contempla en caso de asesinatos múltiples o en caso de asesinato con circunstancias agravantes. Estados Unidos de América, pos su parte hace uso de esta, en casos de Homicidio (según sea la gravedad, situación económica y color de piel.), asesinatos en serie; espionaje; traición; y tráfico de drogas (grandes cantidades). La pena de muerte está vigente en todo el país en lo que se refiere a delitos federales y militares. En cuanto a los delitos estatales, la mayoría de los estados la aplican pero hay algunos que no. En la actualidad, la pena de muerte fue abolida o encontrada inconstitucional (para delitos de la jurisdicción estatal) en 18 estados; otros 32 estados siguen manteniendo en vigencia a la pena de muerte.El veredicto es decidido un jurado.
En el caso de Colombia, un país en el que tenemos fresco el recuerdo de personajes como Pedro Alonso López “El monstruo de los andes” quien asesinó a mas de 300 menores, Luis Alfredo Garavito “La bestia” quien violó y asesinó a mas de 190 niños a lo largo y ancho del territorio nacional o John Jairo Moreno Torres “Johnny el leproso”, el joven que llenó de pánico a las localidades de Kennedy y Fontibón con machete, pistola o navaja en mano, en la decada del 90; como vemos, no es tan descabellado pensar en aplicar la pena de muerte a este tipo de bestias. De hecho, cada vez que uno de estos sujetos, lamentablemente, irrumpe en las portadas de los periódicos y en los canales de televisión nacionales, el común denominador del pueblo es “La muerte es lo que merece ese …”. No tengo dudas de que si existiera la ejecución en nuestro país, esos que asesinan por un partido de fútbol, por una discusión callejera o por cualquier razón de las que comúnmente vemos en nuestra realidad, por una oportunidad en la vida pensarían en sus actos más de una vez . Además, instaurando la pena de muerte, casos como los de los delincuentes mencionados anteriormente, se pueden evitar en un porcentaje muy alto, salvando de esta forma una cantidad importante de vidas inocentes, puesto que "potenciales asesinos" que conocen las consecuencias de sus actos, entenderían que están arriesgando su vida, por quitar la de otro (lamentablemente en vez de hacerlo de forma natural). Por otra parte, cuando el asesino, violador o psicópata permanece vivo, además de causar traumas psicológicos en las victimas o familiares de las mismas, tiene la probabilidad de volver a cometer sus actos al recobrar su libertad, lo que afecta directamente la estabilidad del pacto social. Desde el punto de vista económico, planteo dos preguntas a mis lectores ¿Les parece justo, que del dinero de sus impuestos salgan los activos para vestir, alimentar y “mantener” a estos criminales? Si la respuesta es no, les pido contestar mentalmente la siguiente pregunta (si la respuesta es si, probablemente tengan un grave problema de doble moral), ¿No sería mejor invertir ese dinero en educación, salud, infraestructura, cultura, entre muchas otras, para ver un progreso real en nuestro país? Evidentemente, es claro cuales son mis respuestas a este par de planteamientos. Más allá de que las organizaciones internacionales, nos estén induciendo a que esta práctica es una violación a los derechos humanos, me resulta totalmente incoherente que se salvaguarden los derechos de una persona que los violó todos.
En suma, me parece fundamental que la pena de muerte se instaure en nuestro país, de la forma correcta y no mañana, ni en un par de días. Se debe hacer un estudio importante, asesorarnos internacionalmente y debatir acerca de para qué casos sería aplicable. Seguramente, muchos de ustedes me van a criticar por mi punto de vista talionista, tal y como lo comprendía el más grande filosofo de los últimos tiempos Kant. A todos, los que en estos momentos están “indignados” tras leer estas líneas, me gustaría saber qué pensarían si un sujeto como “La bestia” hubiese atacado, que no es mi caso tampoco, a uno de sus hijos, hermanos o familiares.
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