A veces me preguntan o le critican a algún buen amigo animalista: '¿Por qué inviertes tanto tiempo y dinero protegiendo perros y hablando de la amabilidad para con los animales cuando existe tanta crueldad hacia el hombre?' A ello explico: 'Es la forma de echar raíces para aspirar a ser un buen ser humano'. Y les recuerdo al científico Thomas Edison, quien reafirmó: ‘El modo de valorar el grado de educación de un pueblo y de un hombre es la forma como tratan los animales’
Día del perro callejero
El “Día Internacional del perro callejero” se celebra el 27 de julio, como iniciativa del periodista chileno Ignacio Gac para fomentar la adopción y el buen trato a los perros de la calle y abandonados. Por ello es importante recordar a ese animalito convertido en el icono del sufrimiento, el abandono y la crueldad humana. Por más de 10 años, sin amo, sin cariño, sin afecto, sin abrigo, sin comida, sin nada y más bien recibiendo patadas, insultos, escobazos, desprecios, lluvia, gritos; un escuálido canino logró sobrevivir, casi de milagro en la congestionada Ciudad de México.
El maltrato que recibía era mucho mayor, ya que el famélico can no respondía a ningún estímulo sonoro. Eso lo convertía en presa de la ira de tantos a quienes supuestamente estorbaba, cuando buscaba migajas para paliar una terrible necesidad de alimento, en medio de sus múltiples dolores y carencias.
‘Milagros Caninos’
Ya envejecido, totalmente enfermo, cuando a duras penas podía moverse y respirar, ocurrió tardíamente un milagro. Alguien se fijó en él, ya que representaba la viva tragedia animal por abandono y displicencia humana. El anónimo can callejero (como millones de millones que deambulan en el mundo), fue recogido, por primera vez en su dura vida por unas manos cálidas, caritativas y amorosas. Se trataba de Patricia España, esposa del exfutbolista mexicano Miguel España, que lideraba la iniciativa ‘Milagros Caninos’ en Ciudad de México.
Patricia se conmovió al extremo al verlo en tan lamentables condiciones, con un sufrimiento infinito y sin tener a quien siquiera susurrarle un quejido o un gruñido. Su pelo lastimero no era más que una pelusa. Por ello fue bautizado como “Peluso”. Sometido a una estricta valoración veterinaria, se le encontraron múltiples enfermedades como artritis avanzada, daño en sus riñones, desnutrición extrema, problemas de piel, etc. Pero había algo aun grave: ‘Peluso’ era totalmente sordo.
En medio de sus condiciones se le prodigaron las mejores atenciones y tratamientos para paliar sus males y le fue destinado un espacio especial en el Área de la Tercera Edad de Milagros Caninos. Allí tuvo Peluso una segunda oportunidad en su vida, a pesar de sus múltiples dolencias, ganándose el amor de miles que empezaron a conocer su drama.
El monumento al perro callejero
Peluso y su triste historia, pronto llamó la atención de las Asociaciones Canófilas de México que decidieron se convirtiera en el ícono del perro abandonado, producto de la indiferencia humana. Toman la decisión de inmortalizarlo en un monumento, para el cual el mismo serviría de modelo. Con el apoyo de varias organizaciones y personas se acuerda realizar una estatua de homenaje al perro callejero, encargada a la escultora Girasol Botello, con la fundición de Germán Michell.
Allí estuvo Peluso posando a veces sin poder mantenerse en pie y aislado como toda su vida de un mundo sonoro. A mediados del 2008 estuvo casi lista, pero Peluso empeoraba en su estado general. Tenía ya unos 15 años el viejito y sufrido can y lastimosamente el 16 de julio de ese año, cuatro días antes de la inauguración de su propia esfinge, Peluso murió.
La conmoción entre su ahora ‘enorme familia’ fue total. El 20 de julio del 2008 con 80 kilogramos de peso y 1.30 metros de altura, se inauguró la estatua en bronce de “Peluso” flaco y maltrecho para volverlo inmortal. Mirando desde su pedestal el tráfico de esa populosa ciudad, nos recuerda que por todo el cariño y la amistad que los perros nos dan, lo menos que podemos tener con ellos es un poco de responsabilidad. Un mes después, se puso una réplica exacta del Monumento al Perro Callejero en las instalaciones de Milagros Caninos, y el cuerpo de Peluso fue incinerado y ubicado en el interior de la estructura que sostiene la esfinge.
El Monumento al Perro Callejero es una estatua en honor a tantos canes abandonados. Está ubicado entre el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía y el Deportivo Vivanco en la Avenida de los Insurgentes Sur en la Ciudad de México. El objetivo, además, es crear conciencia sobre el maltrato animal, la responsabilidad de tener una mascota y la esterilización como medida para evitar el sacrificio masivo de perros como forma de control.
La placa
El monumento lleva una placa, donde Peluso manda un mensaje a todas las personas que lo visitan, esperando que muchos de sus ‘colegas’ callejeros sean queridos y amados o tengan una segunda oportunidad como él para ser feliz y brindar amor a su humano y amigo incondicional. En la placa (foto) se puede leer:
‘Mi único delito fue nacer y vivir en las calles o ser abandonado.
Yo no pedí nacer y a pesar de tu indiferencia y de tus golpes,
lo único que te pido es lo que sobra de tu amor.
¡Ya no quiero sufrir, sobrevivir al mundo es solo una cuestión de horror!
¡Ayúdame, ayúdame por favor!
Peluso.’
Apostilla: “Si existen hombres que excluyen a cualquiera de las criaturas de Dios del amparo de la compasión y la misericordia, existirán hombres que tratarán a sus hermanos de la misma manera”. San Francisco de Asís.