En una época en la que se habla tanto de género y de feminismos, es fundamental saber cuántos matriarcados existen en las comunidades lejanas rurales de nuestro país, y tratar de conservar sus conocimientos de vida a la antigua...
En la vereda Balsillas, a pocos minutos de la cabecera del municipio del Tolima, existe un matriarcado de mujeres nativas de este lugar. Cuando uno visita su vivienda es como si el tiempo se hubiera detenido por completo. Viven sin ningún lujo, pero con las ganas de seguir protegiendo el patrimonio dejado por sus ancestros.
Logran vivir de su tierra, de sus animales, de sus ríos. Ellas, las García (como son conocidas), han tocado puertas para que las entidades competentes les ayuden para no perder lo que tanto han custodiado, cultivado y protegido. Su predio, una extensión grande de tierra virgen con árboles que duran casi 20 años en crecer, cactus y vegetación, fue invadido por 42 personas, quienes quemaron parte de las tierras.
Ya sin nada, buscan la manera de seguir sobreviviendo a este inclemente calor, a la desaparición total de sus ríos como el Nacaroco (que servía para refrescar con su brisa húmeda la vereda), lo único que queda de ellas es su rostro indignado.
Después de tocar las puertas del alcalde de Natagaima, Cortolima y demás entidades aún no hay respuesta para el desalojo de sus tierras... ¿Hasta cuándo el gobierno permitirá que desaparezcan los matriarcados?