VIDEO. La pelada de cobre de la semana. Pasando revista a las recurrentes quejas de la ciudadanía con respecto a sus gobernantes, vale la pena preguntarse si las decepciones políticas no se parecen a las amorosas. Por supuesto, hay que recordar aquella frase que sentencia: «la coquetería es una promesa que no se cumple».
¿Cómo lograr que nos cumplan para no tener que revocarlos?
El problema radica en elegir coquetos y coquetas que, tras conquistar el poder, se olvidan de la gente y, si son arribistas, con mayor razón van a negar sus orígenes. ¿Qué nos cabe esperar? Elegir bien y, la próxima vez, deberíamos saber que aquél o aquella que prometa demasiado, que se las dé de bueno o buena, y sobre todo si jura representar la moral y lo correcto, «antes que cante el gallo nos negará tres veces».