VIDEO. La pelada de cobre de la semana. A propósito de los desmanes del Esmad, se considera la retirada de ese cuerpo policial. Los teléfonos móviles permiten hoy registrar las requisas, los procesos atropelladores de la fuerza pública que se llevan a cabo muchas veces violando los derechos humanos. La policía no tiene derecho de pedir la información privada que contienen esos teléfonos, y no puede llevarse a un ciudadano si no hay una orden judicial o flagrancia delictiva. Y menos en automóviles con placas privadas, no claramente distintivas de la policía, como en el caso de la mujer en las inmediaciones del campus universitario, así resulte después que ese auto tenía que ver con la policía. ¿Hasta cuándo vamos a aguantar estos atropellos?